recogiéndolo todo en las super-bolsas amarillas del ikea, no se nos vayan a perder los pocillos del café.
aquí eli está balanceando los pies, sentada en un extraño sillón colgante, resistiéndose a salir de la sección infantil... sin comentarios.
... pero si por aquí tiene otro agujero y esta cuerdecita que si sigo tirando no sé lo que voy a romper, a ver a ver, uy...
no sé si me hace más gracia la careta, la tela colgante que parece un antibalas, la peazo bolsa de la compra, o la pinta marciana que tiene.
ah! se me olvidaba! sip, yo también estuve allí. si os fijáis en el centro, si, ese detrás de la cámara soy yo.