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Hipnosis, Pseudoterapias y Pseudoterapeutas

 

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La hipnosis clínica es una herramienta útil, sencilla e inocua en manos de profesionales sanitarios. El refrendo clínico y de investigación es significativo y su valor está ampliamente documentado, tanto en ámbito médico -como adyuvante en el control del dolor, en sedoanalgesia en cirugía menor o en el control de secundarismos por quimioterápicos, entre otros- como en ámbito psicológico, en tanto que optimizador en terapias cognitivo-conductuales, por ejemplo. 

GAtMsikEn nuestro entorno más próximo, en los contextos francófono, germanófilo y en parte también en el sajón, la hipnosis es una herramienta que ha sido incorporada de manera natural en terapia psicológica y que es utilizada también con toda normalidad por equipos médicos, anestesistas por ejemplo. En España, sin embargo, nos encontramos con un significativo retraso en el nivel de implantación de esta técnica en ámbito sanitario. Las causas de este retraso son múltiples, entre otras por una formación deficitaria a nivel curricular en carreras como psicología o medicina, pero también por un recelo social y profesional injustificado. Lo cierto es que, en el imaginario colectivo de nuestro país, la hipnosis y la “sugestión” se siguen relacionando con un tipo que cacarea como una gallina, lo que explica en parte la visión distorsionada que tenemos en general de las técnicas hipnóticas. También ayuda a incrementar la confusión la ausencia de regulación, que permite que pseudoterapeutas sin ninguna formación sanitaria utilicen la hipnosis y anuncien “tratamientos” y “curas” con ella, equiparando la hipnosis con una supuesta “terapia”.

La hipnosis es una herramienta psicológica, útil en distintos ámbitos, pero no es una terapia. Es lo mismo que referirnos a una “inyección” o a una “comunicación empática”; se trata de herramientas que pueden utilizarse en determinados ámbitos con una intención terapéutica, pero que por sí mismas no constituyen -ni pueden serlo- “terapias”. La terapia en estos casos sería el medicamento utilizado en una inyección determinada o el plan psicoterapéutico en que se inserta la comunicación empática. Plantear así la inclusión de la “comunicación empática” -o de las “inyecciones”- en un listado de “pseudoterapias” resultaría tan ridículo y extemporáneo como plantear la inclusión de la hipnosis clínica en un listado tal.

I2_AknE__400x400Planteamos esta cuestión porque los ministerios de ciencia y sanidad españoles están involucrados en una interesante campaña de información, que busca reducir el nivel de confusión general que existe en el ámbito terapéutico. Entendemos y compartimos el espíritu y necesidad de este tipo de campañas. Desde estos ministerios, sin embargo, debería legislarse para evitar que cualquiera sin una formación apropiada en ámbito sanitario pueda proponerse o anunciarse como terapeuta o arrogarse capacidad para curar, tratar o corregir problemas médicos o psicológicos. Una medida tal, por sí misma, conseguiría reducir significativamente la confusión que los mal llamados terapeutas generan en ámbito sanitario, y en relación a la hipnosis en particular.

Afortunadamente, la actual campaña ministerial no pone en tela de juicio la hipnosis clínica. Ni siquiera ha planteado que la hipnosis sea una técnica que haya que revisar o evaluar en este sentido. No obstante, ayudando a generar confusión y no al contrario, sí cuestiona a la hipnosis ericksoniana y naturalista.

6fk2a47jw5ixLa hipnosis ericksoniana alude a una diferenciación básicamente procedimental de la hipnosis clínica, que utiliza herramientas comunicativas que pueden insertarse en un contexto comunicativo “normal”, sin necesidad de etiquetar el procedimiento como hipnótico. En tanto que tal, la hipnosis ericksoniana es una técnica particular, con un cuerpo de conocimiento teórico y empírico asociado, que resulta de utilidad en numerosos contextos clínicos. Personalmente, utilizo un modelo de comunicación basado en la hipnosis ericksoniana en mi práctica habitual como médico de urgencias hospitalarias, que resulta particularmente útil en la yugulación de crisis de angustia y de alteraciones del comportamiento así como en el pronto control de síntomas, permitiendo por ejemplo reducir la necesidad de analgesia y sedación médicas, entre otros. En la literatura especializada pueden encontrarse numerosos ejemplos de usos y aplicaciones efectivas de la hipnosis ericksoniana en distintos contextos clínicos, entendida siempre como una herramienta terapéutica y no como una terapia en sí misma.

Plantear así que la hipnosis ericksoniana supone una pseudoterapia, como propone la campaña ministerial coNprueba, es un error de concepto. La hipnosis ericksoniana, como la hipnosis clínica, no es una terapia. La hipnosis ericksoniana es una herramienta clínica que en manos de profesionales sanitarios puede resultar de enorme utilidad en distintos contextos terapéuticos.

Fajar-p-domingo-picame-6A nivel social, la injustificada inclusión de la hipnosis ericksoniana en un listado de “terapias” sospechosas no puede sino aumentar la confusión, y hacer extensiva la infundada sospecha de que la hipnosis clínica no es una herramienta clínica útil. Una vez más, el problema real no es la técnica en sí, inocua, sencilla, potente y bien fundamentada, sino el mal uso que algunos pseudoterapeutas hacen de ella.

Más allá de la solicitud de exclusión de la hipnosis ericksoniana del listado de pseudoterapias de la actual campaña ministerial, por tratarse de una herramienta terapéutica útil en manos profesionales y no de una pretendida “terapia”, queremos incidir desde estas líneas en la necesidad de regulación de los mal llamados terapeutas y de quienes se arrogan capacidad de curar o tratar problemas médicos o psicológicos sin la formación necesaria en ámbito sanitario que avale sus pretensiones.

 

Chema Nieto Castañón

Psicólogo, Médico, Cofundador de la Sociedad Hipnológica Científica

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Ver también:

Pseudociencias y política científica. Artículo de Miguel Marset, psiquiatra, director del Institut Clinique de Neurosciences (Génova, Suiza), miembro rector de la Sociedad Hipnológica Científica

 

Imágenes intratexto de Fajar P. Domingo


Violencia de género

Cosa de Gilipollas

En un entorno social, antes que nuestros propios criterios sobre lo que está bien o mal, utilizamos sistemas de referencia externos (reales o imaginarios), que justifican y condicionan nuestras acciones. 

El miedo a la diferencia, a que se sojuzgue una acción original por nuestra parte contraria al uso social que imaginamos habitual, condiciona nuestra búsqueda de referentes sociales que justifiquen nuestras propias acciones, incluido cómo sentirnos en una situación dada. 

IcebergAsí, "no soy el único", "lo piensa mucha gente", "es lo que haría cualquiera", no son meras coletillas sino descripciones inequívocas de cómo utilizamos íntimamente sistemas de referencia social para justificar lo que hacemos o pensamos. No es necesario que realmente lo piense mucha gente, o que ciertamente lo que yo haya hecho sea lo que cualquiera habría hecho en mi misma situación; es solo que encuentro justificación íntima de mis propias acciones cuando realmente creo o encuentro motivos para creer que esto es así.

"No sé qué decir", "no sé qué pensar", "no sé cómo responder a eso", "no sé qué debería sentir ahora", expresan, de la misma manera, búsquedas genuinas de referencia social aceptable, que actúan antes que y sustituyendo a un análisis personal, autorreferido, de las propias emociones y pulsiones. 

En este contexto es donde debemos buscar la autojustificación de acciones como la violencia de género. Aquí, la exposición compartida de un mensaje reprobatorio visceral ("la violencia de género es mala") o social ("la violencia de género es inaceptable") impregna al sujeto maltratador de un paradójico sentido de "normalidad", que justifica la acción en vez de evitarla; de acuerdo a los medios y al mensaje social dado, "esto es lo que, de hecho, hacen los hombres en mi situación". 

La reprobación social, cuando es efectiva, no es violenta, sino tácita; no corrige activamente sino que utiliza el desprecio. De hecho, la violencia del mensaje suele producir una respuesta de consolidación visceral, por confrontación, de la idea contraria. El desprecio implícito de un mensaje compartido como "otro gilipollas (que) pega a su pareja" tiene un efecto mucho más potente en la psique del maltratador que cualquier manifestación pública de confrontación y disgusto, y por supuesto que la publicidad de los actos violentos con la frialdad y "seriedad" propias de los medios, o incluso que las medidas legislativas dirigidas a controlar este tipo de acciones. A través de un mensaje así, la violencia contra la mujer ya no puede ser interpretada como algo que hacen los hombres, sino únicamente como algo que hacen los gilipollas

Así pues, sería tal vez interesante limtar nuestras manifestaciones comunales de repulsa e incrementar la crítica cortante, tajante y no emocional en nuestro entorno; dar fin a los pretendidamente sesudos análisis mediáticos y privados y reducir el mensaje común a su premisa más básica y real: "otro gilipollas que pega a su pareja". No es un titular, claro. Pero sí un editorial. 

Estamos lejos de asumir valores originales e individuales en relación a nuestras propias acciones, pero mientras seguimos entrenando nuestra libertad con respecto a sistemas de referencia sociales imaginariamente impuestos, y mientras continuamos facilitando que el peso de la ley caiga sobre el maltratador, utilicemos también adecuadamente nuestros sistemas de referencia compartidos para confrontar prácticas aberrantes que no pueden tildarse sino de cobardes y de, seamos claros, gilipollas. Porque en el fondo, los maltratadores no son malos, ni inaceptables; son solo eso, gilipollas. ¿O es que hay algo más gilipollas que utilizar la violencia porque no nos miran, porque no nos quieren?

 

Chema Nieto

 

PD Ojo, no abusar; la práctica del desprecio "al otro" desde una perspectiva social, tan extendida en las redes sociales, en tanto que práctica de confrontación, pero también de consolidación de "comunidades" cívicas, resulta contraproducente cuando los objetos de desprecio se generalizan y banalizan. La confrontación social y política no debería caer en el uso del desprecio como herramienta, a riesgo de dicotomizar y consolidar posturas asumidas tácitamente que podrían enfrentarse más eficazmente con herramientas psicológicas, sociales, cívicas y políticas más adecuadas y equilibradas. El desprecio social en su expresión más genuina debería constituir una barrera de contención ante prácticas realmente peligrosas y no solo no cívicas, no éticas o simplemente ilegales, de forma que se posibilite la minimización de dichas acciones peligrosas a individuos patológicamente asociales o individualmente perturbados. 

 

PD2 No se trata aquí de banalizar ni de simplificar en exceso un problema social duro, ciertamente complejo y multicausal. Tan solo se señala una acción colectiva de fácil generalización que tiene posibilidades de influir no tanto, o no solo, sobre la conciencia social en relación a la violencia de género sino, especialmente, sobre la psique del maltratador, desde una perspectiva de prevención y yugulación de elementos justificativos psicológicamente activos que, directa o indirectamente, podrían estar resultando reforzados con actitudes y acciones bienintencionadas presentes en las respuestas sociales actuales, tanto individuales como mediáticas, a la violencia de género.

 

 

Temas relacionados:

El Comando Colleja (Bongobundos)

El Efecto Masa y la Responsabilidad Diluida (Bongobundos)

Responsabilidad y Diálogo: consideraciones en torno a la vida y la muerte (Bongobundos)

Tripallium, Follicare (Bongobundos)

El Burka y los Nacionalismos (Bongobundos)

 

Imágenes:

Iceberg (en Reticular.mx: sin referencia a autor)


Eslogan: El Mal Triunfa

El mal triunfa cuando los hombres buenos no hacen nada (*)

Una buena cita conmueve al tiempo que satura nuestra capacidad racional por su apariencia de verdad evidente o profunda. Casi ninguna cita o eslogan soporta un análisis racional, pero este análisis casi nunca sucede.

Los eslóganes y las fórmulas abreviadas de expresión tienden a sustituir el razonamiento en vez de a estimularlo. A cambio, emocionan. Y la emoción, ya se sabe, conduce a la acción. El marketing, incluido el marketing político, abusa de eslóganes, truismos, mensajes simplificados o simplemente banales, disfrazados de significado aparente, con el objetivo de conmover para la acción. En muchos casos el propio pensamiento político se reduce a la reproducción de fórmulas de conveniencia, de citas o incluso de palabras sin un claro significado explícito aunque con una marcada dirección emocional.

Sin embargo las citas, los eslóganes o las palabras que evocan lugares comunes no son esencialmente malos. Por un lado pueden llegar a constituir resúmenes brillantes de pensamientos más complejos. Por otro, son capaces de sugerir, de estimular o de inspirar emociones e ideas, más allá de la expresión de su significado evidente.

Dejarse llevar por las emociones, además, tampoco es intrínsecamente negativo. Existe, no obstante, la posibilidad de sufrir una manipulación emocional, por ejemplo a través de mensajes simplificados cuyo significado no es adecuadamente articulado. Eso sí, saberlo no evita la manipulación.

Supongo que por todo esto me cayó simpático Rubalcaba en el debate televisado de ayer. Y es que los periodistas que buscan algo de significado detrás de palabras contundentes, altisonantes pero vacuas, consiguen mi simpatía. Claro que Rubalcaba no es periodista. Ni será presidente, vaya.

 

El mal triunfa cuando los hombres buenos no hacen nada”
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 Frase célebre de origen oscuro, atribuida sin base documental alguna al político y escritor dublinés Edmund Burke (1729-1797). Burke fue autor entre otras de Una Vindicación de la Sociedad Natural, considerada por algunos la primera expresión escrita del anarquismo filosófico, aunque el propio autor renegó de este escrito, describiéndolo como una sátira.

“Quien quiera hacer bien a otro debe hacerlo en los pequeños detalles. El Bien General es la coartada de los sinvergüenzas, los hipócritas y los aduladores”, William Blake (Jerusalem, ch. 3)

"Para el desarrollo de una auténtica Consciencia Social nada mejor que una refrescante Tiranía. ¡Peperos, no nos falléis!", Eo Saltasebes

 


Tripalium, Follicare, Controladores Aéreos


Lentz strajk El tripalium era una forma de tortura romana por la que se ataba a un hombre a tres palos y se le dejaba morir, tras atormentarle. La RAE afirma que nuestro vocablo “trabajar” procede del latín tripalium, tortura. Hay otros que sostienen que “trabajar” tiene su origen en el también latín trabs, traba. En todo caso, parece que, hace dos mil años al menos, la humanidad tenía claro que “trabajar” no era una actividad agradable. Cuanto menos, un derecho básico del ser humano. Nuestro lenguaje, y con él nuestra forma de percibir el mundo, se ha pervertido con el tiempo.

La Declaración de Responsabilidades y Deberes Humanos (DRDH), proclamada en 1998, es mucho menos conocida que su hermana, la Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH), de 1948. La DRDH supone un compendio de deberes, obligaciones y responsabilidades de los individuos, en tanto que miembros de la comunidad mundial, de organizaciones, agentes no estatales y de los estados. Se trata en suma de un recordatorio y de una expansión de lo sugerido en el artículo 29 de la DUDH, que liga germinalmente la existencia de derechos con la aceptación de deberes y responsabilidades para con la comunidad, para con el ‘otro’.

MiiAu! El término “huelga” proviene de holgar, del latín follicare, que necesita poca explicación. De ahí provienen “jolgorio”, “juerga” y también el más prosaico “follar”. En nuestra perversión actual, sin embargo, el festivo concepto de “huelga” es transformado en guerra, en tortura, en un acto colectivo que debe infligir un daño a la comunidad para resultar efectivo. Tripalium.

El tripalium huelguista hoy busca el modo de dañar, no sólo o no tanto al patrón como a la comunidad, de forma que, por causa de ese daño injustificado a inocentes, se ocupen espacios informativos, se genere tensión social y se movilice el tejido colectivo, da igual que sea en el sentido de dar apoyo al movimiento huelguista o en el contrario. La magnificación del acto de huelga a través de los medios de comunicación es el objetivo de la misma huelga, idealizado como motor del cambio.

Ernest descals Mientras, el tripalium original, el trabajo, se convierte en el último bastión, en la base de toda posibilidad de prosperidad, de riqueza y de felicidad. Se trata de una tortura abrazada por su séquito de mártires.

En este contexto, en el que follicare, la juerga y la huelga, implican dañar al otro, y la tortura es abrazada con éxtasis, resulta difícil concebir siquiera el concepto de responsabilidad. Y es que todo derecho conlleva un deber, una responsabilidad para con el otro. Derechos y deberes no son independientes. Así, el derecho a la huelga o el derecho a una baja laboral por enfermedad, suponen derechos que tienen ligados deberes y responsabilidades. Resulta contrario a razón valorar a quien, enarbolando derechos, se muestra irresponsable y abjura de sus deberes.

No obstante, en este convento de mártires torturadores, se apela con creciente firmeza a la emoción como base de racionalización. Determinado grupo es considerado héroe o villano atendiendo a una lógica emocional, sin que la “fría” información haga mella en el posicionamiento inicial. Una lógica que, por no ser lógica, es fácilmente maleable por comunicaciones globalizadas y simplificadas, que terminan por imponer argumentos dicotomizados, intransigentes, que además, logran fácilmente enfervorizar a sus respectivos acólitos.

Así se explica que un 80% de la población española esté dispuesta, hoy, a despedir a dos mil trabajadores, a condenar al paro a unos individuos cuya falta es habernos fastidiado las vacaciones. Sinvergüenzas. Por mis vacaciones, mato. Pero también se explica así que un 20% de la población española considere héroes a unos individuos que se muestran capaces, olé sus huevos, de paralizar a un país entero y de poner en jaque al gobierno, matarifes sin escrúpulos.

William kentridge La facilidad con que distintos instrumentos y medios de comunicación son capaces de enardecer a buena parte de la población para que, de forma virulenta, confronten a una minoría o a otro grupo, es un peligro cuyas consecuencias son, desgraciadamente, familiares. Es necesario sustraerse al efecto coercitivo y homogeneizador de la masa, muy especialmente cuando nuestros propios argumentos se tornan claramente emocionales. Y es importante tratar de buscar y contrastar información antes de encender la mecha de nuestra antorcha y formar parte, con todos los demás, de un linchamiento.

 

Chema Nieto

 

Enlaces Relacionados:

Declaración de Responsabilidades y Deberes Humanos / Declaración Universal de los Derechos Humanos / El Efecto Masa y la Obediencia: Responsabilidad Diluida (bongobundos)  / Secessio Plebis (wiki)

Wikipedia:

La Declaración de Responsabilidades y Deberes Humanos (DRDH) se realizó en el marco de la UNESCO y con el apoyo del Alto Comisionado de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, y fue proclamada en 1998 para conmemorar el 50 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en la ciudad de Valencia.

Imágenes:

Lentz Strajk / miiAu! / Ernest Descals / William Kentridge


El Burka y los Nacionalismos

“Y los jóvenes se animan. Discuten al maestro, al texto, al libro de consulta. Tienen cierto espíritu volteriano que hace bien. Rechazan la magistral imposición, lo que también es bueno. Anhelan saber para creer. Anhelan la verdad por la experiencia, y la manera de hacer sólidos los talentos, firmes las virtudes, enérgicos los caracteres”, José Martí (Folleto Guatemala)

Mustafa_kemal_ataturk_resimleri10 En 1923, un descendiente de nómadas otomanos conocido como Kemal Atatürk, es nombrado presidente de la República de Turquía, un país nacido de las cenizas del descompuesto Imperio Otomano tras la Primera Guerra Mundial. En aquel año, Atatürk afirma; “Los beneficios perdurables de nuestras victorias dependen exclusivamente de la existencia de un ejército de educación”.

Atatürk declaró la República Turca como estado secular, sin religión oficial; cerró los colegios religiosos; declaró obligatoria la educación primaria; prohibió la exhibición de simbología religiosa en público, incluida la vestimenta de popes, sacerdotes o mulás, salvo en sus propios centros de culto. Atatürk inició una revolución cultural con la intención de generar ciudadanos y de terminar con rencillas atávicas.

Para el universo excitado de principios del siglo XX, la educación tiene connotaciones laicas y universalistas; se trata de acabar con la ignorancia generadora de odio, de combatir los fanatismos religiosos, de terminar con la corrupción y la impunidad, de desarrollar en el hombre un espíritu de libertad, fraternidad y justicia.

La Constitución Española de 1931 introduce los conceptos de Libertad y Justicia en su primera línea. No es casual. El zeitgeist de Occidente y de Oriente Próximo tras la Gran Guerra, radicaliza dos posturas condenadas a coexistir; la iluminación utópica de la educación, con la génesis de un espíritu humano verdaderamente libre, igualitario, fraterno y justo, frente al conservadurismo que encuentra estos valores peligrosamente cercanos al libertinaje, la arbitrariedad y el caos, y aboga por la pervivencia de un orden, divino o humano, ya establecido y fehacientemente probado. Frente al espíritu universalista y fraternal de una ciudadanía por encima de adscripciones religiosas o locales, surgen, también con fuerza, los nacionalismos más radicales y xenófobos, capaces de enardecer a poblaciones enteras con sus símbolos de fuerza y orden, y con sus ansias conquistadoras.

Nacionalismo El nacimiento del siglo XXI rubrica la victoria de los nacionalismos y del particular sentido de superioridad que éstos implican. De un lado, con los nacionalismos privativos, los religiosos por ejemplo, que pretenden universalizar el legado atávico de sus propios tabúes y de su propio sentido del orden, o los nacionalismos adscritos a un terruño, a una tribu o a un nombre, de resonancias más o menos míticas o mitificadas, que buscan sus propios espacios de poder en base a grupos cohesionados mediante criterios excluyentes o exclusivos (raciales, legales, históricos, culturales, lingüísticos, territoriales). De otro lado, con los que podríamos denominar nacionalismos democráticos, que ahogan el espíritu universalista de finales del XIX y principios del siglo XX en un egocentrismo político y ético, limitando el propio concepto democrático al buscar una imposición o una expansión de la democracia que se fundamenta en una pretendida supremacía ética o moral.

Cabe señalar una diferencia de grado en el seno de todo nacionalismo, que se dibuja con particular nitidez en el nacionalismo democrático. Mientras que su vertiente más radical es capaz de manifestar explícitamente su sentida superioridad moral, la forma más tamizada de nacionalismo democrático se muestra renuente a reconocer, salvo implícitamente, y en ocasiones hasta inconscientemente, el mismo sentido de supremacía, lo que promueve graves contradicciones y paradojas.

El espíritu del Ciudadano, del Patriota, tal y como eran entendidos estos términos a principios del siglo XX por quienes aspiraban a la universalización de la justicia y de los sentidos de fraternidad y libertad, aparecen hoy desdibujados, menos consistentes en todo caso que los nacionalismos a los que se enfrentan.

Burka-7 Recientemente, diversas fuerzas políticas conservadoras propugnan la prohibición por ley del burka en España, señalando la debilidad de la oposición progresista, que no sabe resolver el conflicto entre la tolerancia a las minorías y el establecimiento de normas de orden moral que establezcan límites al comportamiento individual o social.

El nacionalismo democrático menos radical, que no es en absoluto patrimonio de la aún llamada izquierda política, predispone particularmente a este tipo de inacción cuando se enfrenta a los usos de una minoría, merecedora de protección democrática, que son contrarios sin embargo a la norma mayoritaria. En su forma más radical, el nacionalismo democrático puede resolver sin complejos estos temas de forma expeditiva, basándose en juicios exclusivamente de valor, sustentados en mayorías, reales o supuestas. 

La democracia, tras el advenimiento nazi de 1933, parece no encontrar una forma racional de defenderse a sí misma sin caer en graves contradicciones. En todo caso, cualquier sociedad tiene derecho a definirse a sí misma. Los márgenes de protección que establece, por ejemplo, la Declaración Universal de Derechos Humanos, permiten diferencias normativas, legislativas, de orden social e individual, que no contravienen ni el espíritu ni la norma democrática o su fundamento.  Sin embargo, el equilibrio necesario entre la permisividad individual y la reglamentación social no siempre resulta evidente. 

¿Deben prohibirse los burkas en España? ¿Y símbolos religiosos como el velo islámico, el niqab, los turbantes o el alzacuellos? ¿Es España un país laico? ¿Es esto relevante? 

El laicismo exacerbado de Atatürk pretendía romper ciertos convencionalismos sociales y mediar, con el cambio obligado de indumentaria, una evolución cultural. España vive hoy una doble contradicción, entre su presente laico y su pasado cristiano, y entre un pluralismo social y cultural patente y un miedo latente a la transformación por inoculación de costumbres no prevalentes. El miedo no es exclusivo de la sociedad española pero sí es paradigmático. En España pervive el mito, por ejemplo, de la conquista árabe, finalmente expulsada. Poco importa que decenas de generaciones árabes hayan habitado el mismo terruño durante más de setecientos años, hayan disfrutado, padecido y amado las mismas rocas, los mismos viñedos y el mismo horizonte; siguen siendo considerados –y recordados– como extranjeros

El cristianismo tiene un peso innegable en la historia y la cultura españolas. La actual ambivalencia entre el presente laico y el catolicismo histórico se resuelve con dificultad, especialmente por la connivencia política, que se muestra incapaz de modificar el trato preferente otorgado a la confesión católica sobre otras, institucional, social y económicamente.  

En el contexto descrito, en el que las manifestaciones públicas de elementos católicos, tanto figurativos como instrumentales, son frecuentes y ordinarias, la prohibición de manifestaciones ajenas al catolicismo supondría un retroceso inaceptable al amparo de la democracia. En todo caso, lo que se discute no es la manifestación religiosa en sí sino la vulneración que dicha manifestación puede suponer para la dignidad, individual o colectiva, o para el normal desarrollo de la actividad social.  

Por poner un ejemplo radical, el nudismo resulta inaceptable en la sociedad actual, salvo enclaustrado en espacios físicos determinados, por motivos que se esgrimen como estéticos, culturales e incluso higiénicos. La limitación de la libertad individual en una sociedad dada incluye, así, elementos de valor, morales o estéticos, que si bien son discutibles, no contravienen el sentido de libertad social, que implica una responsabilidad para con el otro. Estas limitaciones, discutibles pero dentro de la norma y no contrarias a las convenciones que defienden los derechos inalienables del hombre, definen a la sociedad que las impone. En este contexto, la prohibición de cubrir el rostro en un espacio público, no sería, a priori, más que una limitación como la anteriormente descrita.  

La prohibición específica del burka resulta controvertida por suponer una norma contraria a una práctica religiosa determinada –con el agravante añadido de no católica. Existen, sin embargo, ejemplos equivalentes, donde la tolerancia a las prácticas religiosas extrañas a una sociedad dada encuentran el límite de lo que esa sociedad considera tolerable. Por ejemplo, la ablación del clítoris, una práctica que la sociedad española encuentra intolerable, es definida como un abuso no permisible contra un menor. En la prohibición del burka, la sociedad que prohíbe afirma que la mujer que se pone el burka lo hace obligada por una norma injusta, religiosa pero indigna, que degrada a la mujer. 

En este caso, el problema se fundamenta en las consideraciones de valor esgrimidas contra una norma religiosa. En el caso de una hipotética ablación voluntaria del clítoris a una mayor de edad, sin merma en sus facultades psíquicas, no cabría prohibición social alguna (entraríamos, eso sí, en un tema más escabroso, al poder discutir, desde la psiquiatría, si la automutilación voluntaria supone o no, per se, un ejemplo de disfunción psíquica). Una sociedad que defiende la dignidad y libertad de la mujer debe aceptar las imposiciones, religiosas o no, que la mujer libremente escoge, igual que defiende su opción a liberarse de las normas, religiosas o no, impuestas por un grupo cualquiera dentro de esa sociedad. Así, se debería salvaguardar, por ejemplo, la libertad de una mujer que escoge someterse a las limitaciones impuestas por la vida monacal (católica), al mismo tiempo que debería salvaguardarse la libertad de esa mujer a liberarse de esas mismas limitaciones, cuando ella lo desee.  

La diferencia entre nudismo y burka estriba en el fundamento religioso del segundo y en la necesidad, autoimpuesta en las sociedades democráticas, de proteger las consideraciones de valor particulares de toda creencia o credo. Sólo cuando las costumbres particulares de un credo contravienen las leyes o las normas vigentes, podrán limitarse aquellas.  Lo que no tiene justificación, en  una democracia, es la creación de leyes ex profeso, que pretendan limitar costumbres foráneas, en base a juicios de valor. Y de ahí la importancia de atenerse a otro tipo de juicios para confrontar costumbres que una sociedad dada considera inaceptables. 

¿Cabe limitar el uso del burka en base a consideraciones ajenas a los juicios de valor? Se han esgrimido distintos argumentos, en apariencia válidos, de seguridad o de validación de la identificación personal, por ejemplo. Sería en base a juicios de este tipo que la prohibición del burka, extensible en realidad a toda ocultación completa del rostro en entornos públicos, podría justificarse, sin menoscabo de los posibles valores intrínsecos de la norma religiosa.  

Así planteado, no serían necesarias leyes específicas en contra del uso del burka. Desde ciertos puntos de vista, esta aplicación indirecta de la ley contra lo  que muchos consideran una prenda impropia para la dignidad de la mujer, constituiría un acto de hipocresía; se prohíbe de facto el burka, pero no se dice, explícitamente, que se prohíbe. Creo firmemente, sin embargo, que las motivaciones, explícitas o implícitas, que promueven la modificación o generación de leyes, impregnan no sólo el espíritu sino la forma y las consecuencias de éstas. La prohibición del burka en base a juicios de valor implica un rechazo a una costumbre religiosa, sin otra justificación que una pretendida superioridad moral de quien prohíbe.  

Cabe recordar, en cualquier caso, que la superioridad moral no es sino una consecuencia de la fuerza, política, social o militar, de un grupo dado. Incluso la Declaración Universal de Derechos Humanos debe entenderse bajo este supuesto; no tendría sentido la génesis de una nueva forma de nacionalismo universal, fundamentado en el sentido de superioridad que emana de esta declaración. 

La forma más radical de nacionalismo democrático, aquel que presupone que la democracia es un valor que justifica la agresión al otro “por su propio bien” y que limita el mismo concepto democrático a la simple decisión mayoritaria, confronta costumbres religiosas foráneas en base a juicios de valor. Las formas menos radicales de nacionalismo democrático, se muestran conniventes con la prohibición en tanto en cuanto comprenden y comparten los mismos argumentos morales que hacen indigno el uso del burka.  

Por otro lado, la argumentación que trata de confrontar la prohibición del burka esgrimiendo que la ley persigue a la víctima, no hace sino incidir en las mismas consideraciones de valor y en la pretendida, aunque implícita, superioridad moral propia. Las contradicciones del nacionalismo democrático menos radical se hacen aquí patentes, al ver confrontados dos juicios éticos independientemente válidos. De un lado, la indignidad del burka, y de otro, el respeto debido a los credos minoritarios. Sólo huyendo del sentido de superioridad ética o moral podrían buscarse soluciones legales razonables a los problemas generados, precisamente, por consideraciones éticas o  morales; soluciones que podrían así alejarse del paternalismo legal que promueven las distintas formas de nacionalismo

¿Se trata de una trampa? Sin duda. El razonamiento incide en la necesidad de encontrar subterfugios legales no basados en juicios de valor para facilitar la prohibición de una norma religiosa que consideramos éticamente reprobable. La no aceptación de la superioridad ética propia implica, sin embargo, y en defensa de la “trampa”, que, de no encontrar tales subterfugios legales, habremos de aceptar como válida aquella norma que nuestra ética considera indigna. Un sapo difícil, pero instructivo.

El sueño centenario de Kemal Atatürk pervive aún como ilusión utópica; un ejército de educación capaz de liberar al hombre de la tiranía de su ignorancia, de sus tabúes, de sus miedos y de sus animadversiones, y capaz de sentar las bases de una sociedad igualitaria en derecho y responsabilidad, más justa, más fraternal, una sociedad de individuos libres.  

Una ilusión, en todo caso. La identificación de nuestras propias tendencias nacionalistas, y entiéndanse éstas en su sentido más peyorativo, como un empequeñecimiento ético fruto de un inapropiado sentido de superioridad, no pueden en ningún caso liberarnos de nuestra propia ética y de los límites que ésta impone a lo que consideramos permisible, dentro y fuera de nuestra sociedad. Sólo el individualismo más radical, la forma más extrema de nacionalismo, sería capaz de no  dejarse afectar por actos ajenos fuera del ámbito personal.  

Tal vez, después de todo, sí tenga sentido la unión de fuerzas y esfuerzos en defensa de un nacionalismo universalista, fundamentado en éticas y políticas inclusivas, capaces de definir los límites y responsabilidades de la libertad individual, y de llevarlas a la práctica. La tiranía excusable, o en palabras de Pirandello, la tiranía disfrazada de libertad.  

O tal vez sea necesario releer a Stirner. 

Chema Nieto

Soto de Dego, 2010

Descargar Artículo "El Burka y los Nacionalismos" (PDF)


Lecturas recomendadas: 

Declaración Universal de Derechos Humanos

Resumen explicativo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos 

Imágenes: picses.eu / enlaterceradimension.blogspot /  panfletonegro.com

Garzón, proceso abierto

La Ley Española de Amnistía, de 1977, dispone explícitamente la impunidad de todos los delitos anteriores a diciembre del 76 relacionados con “actos de intencionalidad política” (1), una definición genérica que impone un velo legal sobre la totalidad del período franquista.

Esta ley del olvido entra en franca contradicción con la norma internacional que establece que los crímenes de lesa humanidad son imprescriptibles (Carta de Naciones Unidas, Convenios y Protocolos de Ginebra, Convención de Naciones Unidas, Convención Europea). Pero, ¿queda hoy alguien a quien juzgar por aquellos crímenes? Primero, sin investigación no hay respuesta. ¿Acaso hubo ejecuciones, desaparecidos? Segundo, el período de olvido legal no abarca exclusivamente el período de Guerra Civil (1936-39) sino que engloba todos los posibles delitos de la dictadura franquista hasta finales de 1976. Así pues, la respuesta es afirmativa; sí, cabe la posibilidad de imputar a personas vivas por delitos de lesa humanidad en la investigación abierta por Garzón.

Baltasar-garzon

El proceso abierto contra Garzón en 2009 por la Sala Penal del Tribunal Supremo español aduce prevaricación al no haber tenido en cuenta (el juez Garzón) la Ley española de Amnistía del 77. Garzón aduce, siguiendo la norma internacional, que los crímenes de lesa humanidad son imprescriptibles ¿Cabe que, jueces españoles, se avengan al Derecho Internacional para abrir procesos que contravienen leyes locales? Esta es la cuestión legal central en el proceso abierto contra Garzón.

En 2009 Israel consiguió detener al juez Fernando Andreu cuando intentaba aplicar el Derecho Internacional para juzgar una masacre israelí en Gaza ocurrida en 2002 (2). El pleno de la sala de lo penal de la Audiencia Nacional sucumbe a las presiones de Israel y estima el recurso presentado por la Fiscalía contra la decisión de investigar de Andreu. Ese mismo año, el Pleno del Congreso de los Diputados aprueba por mayoría absoluta el proyecto de Ley Orgánica de Reforma de la Legislación Procesal para la Implantación de la Nueva Oficina Judicial, en la que se incluyen limitaciones a las competencias de España para perseguir delitos internacionales. A partir de esta reforma, la Justicia española sólo podrá actuar en caso de existir víctimas españolas, algún vínculo con España, o bien los presuntos responsables se encuentren en territorio español. Estas limitaciones no contravienen, en cualquier caso, las investigaciones abiertas por Garzón.

Irónicamente, tribunales federales de Comodoro Py (Argentina) evalúan la denuncia presentada en abril de 2010 por los asesinatos cometidos en España de Elías García Holgado, alcalde y diputado provincial en Salamanca fusilado en 1937, y Severino Rivas, alcalde de Castro Rei, Lugo, fusilado en 1936. Además de estos homicidios, la denuncia pretende que la justicia argentina, aplicando el principio de jurisdicción universal, investigue crímenes de “genocidio y/o delitos de lesa humanidad” y “delitos de homicidio, torturas, privación ilegal de la libertad calificada y otros” cometidos en España durante el régimen franquista (3).

Garzón, que investigó los crímenes de la dictadura argentina, está sentado hoy en el banquillo por tratar de investigar los crímenes de la dictadura española. Un éxito, sin duda, de la boyante ultraderecha hispana y una muestra más de la incapacidad endémica que sufrimos en España de mirar racionalmente a nuestro pasado común.


Chema Nieto

PS La felicidad sólo vendrá por el gobierno de "un buen monarca absoluto", rezaba Pirandello, y no por la democracia, "causa de todos nuestros males". Ay, qué naturales resultan los esquizofrénicos velos del olvido ante la imponente responsabilidad de la Libertad.


Notas: (1) Ley 46/1977, de 15 de octubre, de amnistía [noticias jurídicas] / (2) El País / (3) Página/12 / (4) El Difunto Matías Pascal, Luigi Pirandello

Imágenes: Proyecto Matriz (Juez Garzón) 

Otras: Justicia Internacional 

Carta del Juez Garzón a José María Aznar (2008) [Carta completa en Proyecto Matriz]

Le escribo estas notas de urgencia con la ansiedad de quien se hace múltiples preguntas y apenas encuentra respuestas, y casi con la certeza de que difícilmente se pueda conseguir alguna fórmula que haga reflexionar a quienes (como usted) dirigen esta locura, con una sordera tan desconcertante como peligrosa, que nos conduce hacia una deriva y un desequilibro emocional y psíquico del que la generalidad de los españoles saldremos con dificultad. (...)

Señor presidente, evitar esta guerra en ciernes es misión de todos, y debe darse cuenta de que millones de ciudadanos ya hemos comenzado a dar forma a la “Revolución por la Paz” y hemos ganado frente a usted y sus “compañeros de aventura” la “moción de censura” que les obliga a abandonar su postura, a dar más tiempo a los inspectores y a cumplir la legalidad internacional y, a su vez, les niega el derecho de instar una nueva resolución que dé vía libre a la guerra.

Señor presidente, con respeto pero con enorme firmeza, le digo que usted no puede ni debe ir de la mano de quien está haciendo gala con su política de la consumación de la doctrina de “los espacios sin derecho”; ni de la mano de quien se ha desvinculado de la Corte Penal Internacional; ni unido a quien, de hecho, está construyendo espacios de impunidad que perjudican a la comunidad internacional: ¿acaso usted tampoco cree en la justicia internacional?



La SGAE: Música y Langostinos

Decía Víctor Manuel que, igual que pagamos los langostinos, deberíamos pagar por la música. Y creo que tiene razón.

Langostinos El ejemplo de los langostinos, además, es bueno. Cualquiera puede comprar langostinos. Una vez comprados, puede congelarlos, cocinarlos, regalarlos, compartirlos. Lo único que no puede hacer es venderlos; para esto necesita un permiso especial.

Con la música ocurre algo parecido. Cuando alguien compra un CD, puede guardarlo, escucharlo, regalarlo o compartirlo. Lo único que no puede hacer es venderlo.

El problema con la música, los impuestos y la SGAE, radica en la diferencia entre un CD y los langostinos. Compartir los langostinos significa que sentamos a unos amigos a la mesa y nos comemos los bichos, con gran placer para todos. Al final de la pitanza, los langostinos han desaparecido. Sin embargo, cuando compartimos nuestro CD, sentamos a unos colegas en el salón, disfrutamos de la música y, al final de la tarde, los "langostinos" están listos para volver a empezar.

Esto es un problema. Imaginaros que, una vez comprados, tuviéramos langostinos para toda la vida; en cuanto nos apetezca, zas, pitanza, y al día siguiente frescos, como el primer día, listos para volver a comer. Sin duda esto arruinaría a los vendedores de langostinos. Afortunadamente, la industria de la música sobrevive porque cada nuevo "langostino" que saca al mercado sabe, si no mejor, sí distinto al "langostino" anterior, y así es que muchos siguen comprando música, aunque sólo sea por probar algo nuevo y diferente.

Cd mario ghecea Existe un problema añadido, y es la posibilidad de copiar los CDs que compramos. Imagináos que no sólo pudiéramos compartir nuestros langostinos, sin que su cantidad o frescura se viera mermada, sino que pudiéramos reproducirlos y regalar una docena de langostinos a un colega, sin que ello afectase a los nuestros. El acabose. Esto es exactamente lo que ocurre con la música.

La SGAE cobra ya un canon por cada aparato grabador de CDs y por cada CD virgen, en previsión de que puedan ser usados para copiar material protegido por derechos de autor. Así, cada vez que copiamos música, estamos ya pagando por ello a la sociedad general de autores. De hecho, aunque copiemos nuestras propias fotografías o un archivo de texto que acabamos de escribir, pagamos también a la sociedad general de autores, pero este es otro tema.

Jueves-sgae En cualquier caso, las peculiares características del "producto musical" han motivado peculiares normas impositivas, para proteger los derechos de autor. Por ejemplo, cualquier reproducción musical que implique un beneficio económico para el que la reproduce, debe pagar un canon. Cuando una radio emite una canción, debe pagar un canon por hacerlo. Obviamente, cuando permitimos que un amigo escuche nuestra música, no es necesario pagar dicho canon, al menos por ahora. Pero, ¿qué ocurre si, en una peluquería, al dueño se le ocurre encender la radio? ¿O en un taxi? En este caso, tanto el peluquero como el taxista, deben pagar un canon. Es en serio; la SGAE impone un canon a cualquier establecimiento, sea bar o peluquería, que haga público material protegido por derechos de autor, como reproducir un CD, escuchar la radio o encender el televisor. Efectivamente, el bar de viejos de la esquina también debe pagar un canon a la SGAE si quiere que sus contertulios vean la tele; las cuñas publicitarias, entre otros, tienen música, y ésta está protegida por derechos de autor.

Creo que existe un celo excesivo, incluso irracional, en la pretendida defensa de los derechos de autor. Más aún cuando la SGAE, o cualquier intermediario impositivo, es incapaz de pagar, de forma eficaz, a los autores correspondientes. Por poner un ejemplo, nuestra peluquera de turno disfruta escuchando la música de Bikini, un grupo fantástico pero minoritario. El canon que ella paga a la SGAE jamás llegará a Bikini. Punto. Es imposible que la SGAE sea capaz de controlar qué escucha la peluquera. Su dinero acabará, muy probablemente, en el bolsillo de Bisbal, que encabeza las listas de éxitos, y que, por tanto, la SGAE calcula que es lo que debe escuchar nuestra peluquera.

El sistema impositivo sobre la música se ha vuelto paranoico. Y no es para menos. Una cosa es que un sujeto le pase la música que escucha a sus colegas (cinco, diez), que la copie y la regale. Esto es asumible; la industria calcula que cada colega en un grupo reducido comprará entre cinco o diez CDs al año, y que, intercambiándolos, escuchará treinta, cincuenta. Con el advenimiento de internet, un sujeto no tiene cinco o diez colegas con los que puede intercambiar música; tiene quinientos mil, un millón. La cantidad de música que un sujeto puede obtener así supera con creces la que podrá escuchar, en toda su vida. La venta de CDs, necesariamente, se reduce de forma drástica.

Copiar música, ahora mismo, no es ilegal. El intercambio masivo de información digital, musical o escrita, es un hecho. Si de pronto descubrimos un modo de duplicar langostinos, sería un desastre (o el paraíso; todo depende del punto de vista). Podremos intentar regular, limitar o ilegalizar la utilización de los "duplicadores de langostinos", pero resultará ineficaz; antes o después la industria del langostino deberá modificarse, si quiere sobrevivir.

Pre something by mario ghecea Lo mismo ocurre con la industria musical. Tratar de limitar la posibilidad de copiar CDs no es la solución, igual que no lo es tratar de imponer un canon a cada sujeto que escucha música, cada vez que la escucha. La industria debe modificarse si quiere sobrevivir. El empaquetado de doce canciones por grupo, una vez al año o cada dos años, no se sostiene. El producto musical por el que uno paga debe modificarse. Y ya lo está haciendo; desde el pago por canción, a través de internet, hasta el revival de los macroconciertos y la música en vivo, o la vuelta de los vinilos y su regusto especial.

Es necesario que la SGAE reconsidere su postura impositiva y que centre sus esfuerzos en reconocer e identificar a los artistas a quienes debe pagar los cánones que cobra, y se convierta en mero intermediario. De otra forma, la SGAE está destinada a desaparecer, o a continuar siendo una especie de Nueva Inquisición, con hogueras e impuestos para los más y beneficios para unos pocos.

Chema Nieto

Imágenes:

CD y Monstruo, foto composiciones de Mario Ghecea

Portada de El Jueves, eljueves.es

Langostinos, de Página Web En Casa de Kristina


Moteros: La Leyenda del uno por ciento

1% Los One Percenters.

Boozefighters

“En aquellos tiempos conducir una moto significaba que cualquiera que condujese una moto era tu colega. A nosotros (los Boozefighters) lo que nos gustaba era corrernos unas juergas.” Gil Armas, de los Boozefighters Motor Club.

En 1947 la celebración del 4 de julio cayó en fin de semana. Durante aquel fin de semana en Hollister, California, igual que en otras ciudades de Estados Unidos, se organizó una fiesta motera, con diversas carreras y shows. La fiesta atrajo a muchos más participantes (más de cuatro mil) de los que la organización esperaba (menos de mil), lo que supuso algo de ruido en la ciudad, pero nada que los múltiples bares locales no pudiesen asumir con regocijo. Una estúpida foto, sin embargo, serviría de detonante para que, días después, lo que sólo fue una fiesta, se convirtiese, en el imaginario colectivo de los Estados Unidos, en un ataque agresivo de feroces moteros borrachos y sin control sobre una apacible ciudad.

El incidente Hollister fue una mindongada, una exageración de ciertos medios de comunicación, un fake fotográfico transformado en noticia. La leyenda del 1% comienza justo después.

Hollister 1947 En el mismo año 1947 y a raíz de lo de Hollister, la Asociación Americana de Motociclistas (AMA) decide arrinconar a aquellos motoristas con mal aspecto, que montaban motos chopper y transformadas (motos con una pinta penosa por aquel entonces) y que, según la moral predominante, dañaban la imagen de los “motoristas decentes”. Los moteros marginados por la AMA eran, en su mayoría, ex-militares, soldados veteranos recién llegados de la segunda guerra mundial, sin mucho dinero para maquillar sus motos y con ganas de correr con ellas atravesando todo el país.  De repente se encontraron con que no les dejaban entrar en determinadas fiestas, o los relegaban a los peores sitios, o eran 1940 harley verbal o físicamente maltratados por el resto de moteros.

Aquellos tipos marginados por el resto de motoristas comenzaron a ponerse un parche en el brazo izquierdo de la chupa con el símbolo del “1%”, en el lugar donde tenían antes el parche militar de su unidad, y comenzaron a divertirse de nuevo y a pasar de las restricciones moralizantes de la AMA. Varios otros se unieron, tuviesen o no choppers. Nadie les iba a juzgar, y mucho menos a fastidiar, por la ropa que llevasen puesta o por la moto que tuvieran. Nadie iba a evitar que se divirtiesen. Y además, ahora, formaban parte de una “selecta” unidad; los one percenters, por contraposición al 99% bienpensante y bien parecido (la AMA había declarado, tras el "incidente Hollyster", que el 99% de los motoristas eran buenos ciudadanos que respetaban la ley). Así nació el mito.

Un año después aparecieron los Hells Angels y, junto a otros grupos, outlaws y clubs de motos (MCs), pretendieron apropiarse del símbolo del 1% y de su significado. Lo consiguieron. Hoy, aquel humorístico uno por ciento, que mostraba el orgullo de pertenecer a una minoría de moteros libres, rechazados por el resto y que sin embargo no sentían la menor tentación de cambiar de moto, de aspecto o de actitud, se ha transformado; hoy el símbolo del 1% apenas supone una parte de la parafernalia de ciertos grupos moteros y MCs, y de su peculiar sentido de hermandad.

ORIGINAL 1% PATCH Pero el 1% es mucho más; supone la pertenencia a una minoría (aunque no te pongas parches, si montas en moto ya eres parte de una minoría) que ensalza un especial sentido de diversión y de libertad, de camaradería, de solidaridad y de insumisión. Curiosamente, el parche del 1% supone la pertenencia a una minoría que no necesita parches ni banderas. Y por eso me gusta; se trata de una moderna especie de bandera pirata, y, como aquella, lleva ligadas ciertas connotaciones criminales (en mi caso, sólo las derivadas de la defensa personal, ya sabes, por aquello que decía Malcolm X, líder de los MMI: “Si te interesa la libertad, necesitarás algo de judo, algo de karate, necesitarás todo aquello que te ayude a luchar por la libertad.”). Un símbolo de libertad, en fin, que algunos moteros tratan hoy de encorsetar influidos por los medios, por cierta filmografía mitificadora y por interpretaciones parciales y limitantes, ligándolo exclusivamente a grupos y hermandades que olvidan que la verdadera hermandad que el 1% representa es más amplia y sugerente (o tal vez más reducida e interesante) que la impuesta por cualquier Comité, Club o Grupo Motero. 

 


Chema Nieto

Enlaces Relacionados: What the Hell is 1% (Roadrat Roberts) / One Percenters (Tim King) / Hollister 1947 & the Boozefighters (Bill Hayes) / Eyewitnesses of the Hollister Riot (Mark E. Gardiner) / Encuesta Parches (Foro Espíritu Custom) / Road Grits Cafe (AMA Rider) / Electra Glide in Blue (Vet Biker Blog) / Video: Malcolm X at Oxford University, 1964 / Video: Malcolm X at Oxford Union Debate ("When one (man) is  moderate in the pursue of justice for human beings, I say he is a sinner.") 


El Efecto Masa y la Obediencia: La Responsabilidad Diluida

El Efecto Masa y la Obediencia

Durante la segunda guerra mundial, buena parte de la población alemana sucumbió al influjo de la masa; la exterminación sistemática del pueblo judío, la quema de libros, la persecución de homosexuales, la marginación de los opositores a Adolf Hitler, la propia guerra mundial. Todos estos actos fueron asumidos como aceptables, incluso como recomendables, en los contextos bélico y prebélico por millones de individuos que, sin embargo, eran conscientes de su brutalidad y de su falta de humanidad.

Crowd4a ¿Cómo puede una población sana, “normal”, convertirse en una masa de sádicos? En 1964 Kitty Genovese, una chica de 28 años, fue brutalmente asesinada en Nueva York. Al menos 38 vecinos testificaron haber oído sus gritos durante la noche. Ninguno de ellos hizo algo por ayudarla. Nadie avisó a la policía. A raíz de este suceso, Bibb Latané y John Darley realizaron diversos experimentos en los que demostraron que la presencia o el conocimiento de la existencia de otros testigos facilitaban que las respuestas de ayuda se demorasen o incluso desapareciesen.

Inmerso en un grupo, el sentido de responsabilidad tiende a diluirse ("alguien hará algo"), la capacidad para actuar conforme a los propios principios disminuye y el miedo a sobreactuar se hace patente.

Asimismo, la obediencia y las expectativas del contexto también juegan su parte. En otro experimento de los años sesenta, diversos sujetos terminaron aplicando corrientes eléctricas letales a desconocidos, obedeciendo las órdenes de un experimentador. Un grupo de estudiantes fue seleccionado para participar en un experimento de aprendizaje mediante castigos con descargas eléctricas crecientes. La mayoría de los estudiantes continuaron aplicando descargas, a pesar de los gritos de dolor provenientes de la habitación contigua. Las descargas eran simuladas. De haber sido reales, la mayor parte de los estudiantes habrían asesinado a sus compañeros. El experimento se replicó a finales de los 90 con idénticos resultados; el 80% de los estudiantes aplicaron descargas letales y más de la mitad continuaron aplicando descargas hasta finalizar el experimento.

[Este vídeo muestra, en diez minutos más que recomendables, la repetición del experimento Milgram, realizado a finales del siglo XX. Experimento Milgram (en español)]

Taxi to the dark side El escándalo de las torturas a prisioneros en Abu Ghraib y Guantánamo responde a un patrón de comportamiento similar. Por un lado, el ejército de los Estados Unidos avaló el ejercicio de medidas violentas contra prisioneros sospechosos de terrorismo, refutó legalmente la aplicación de las normas de la Convención de Ginebra sobre sus prisioneros y suprimió las limitaciones al uso de la violencia contenidas en el propio código militar, permitiendo de facto la tortura durante los interrogatorios en sus prisiones militares. Soldados americanos, cumpliendo órdenes ambiguas, privaron de sueño y de estimulación sensorial a los detenidos, los maniataron y colgaron de manos o pies, los humillaron, los golpearon. Los interrogadores obtuvieron jugosas confesiones. Sus superiores les felicitaron y exigieron más. La violencia se multiplicó. Los soldados aseguraban sentirse presionados por sus superiores y por las acciones de sus propios compañeros. La rutina de gritos, golpes, aislamiento sensorial, privación de sueño, vejaciones sexuales, humillación y amenazas con perros, se convirtieron en norma, se establecieron horarios precisos, se cumplían órdenes. Las dudas individuales quedaron diluidas; la obediencia debida y el efecto normalizador del grupo, de la masa, convirtió a soldados decentes en agresores, en sádicos, en pervertidos.

[Este documental, con declaraciones de soldados que participaron en las torturas de Bagram, Afganistán, es particularmente revelador. Taxi to the Dark Side (subtítulos en español)]

Responsabilidad Diluida

¿Estamos libres del efecto degradante de las masas? ¿Somos libres del influjo de obediencia que emana de las figuras de autoridad? Los ejemplos de la población alemana durante el holocausto nazi, el de los soldados americanos durante los interrogatorios a sospechosos de terrorismo o el de los testigos del asesinato de Kitty Genovese, ¿son hechos excepcionales o por el contrario son la norma en poblaciones humanas?

El experimento Milgram muestra cómo individuos inteligentes, educados, incluso pacifistas, religiosos o liberales, son transformados en torturadores y asesinos. No parece haber credo, ética o signo político, capaz de luchar contra el poder que ejercen las figuras de autoridad y contra el efecto degradante de la masa.

[Una película muy recomendable que aborda este tema es “Sophie Scholl”, de Marc Rothemund. Cuenta la historia de una chica alemana y su hermano que son detenidos durante la segunda guerra mundial por oponerse al régimen nazi]

Doubt15a La obediencia suele implicar una inhibición de la responsabilidad individual; el sujeto no se siente responsable de los actos que realiza cuando cumple órdenes. Lo mismo ocurre con el comportamiento humano cuando un individuo se encuentra inmerso en una masa de gente; tiende a hacer lo mismo que hacen los demás, y a justificar así sus propios actos.

Los seres humanos somos individuos socializados y las sociedades humanas constituyen grupos aislados, masas de hombres y mujeres que establecen vínculos de identidad en base a conductas y opiniones homogeneizadas. En situaciones críticas o poco habituales, el individuo social mira a los demás para saber cuál es la respuesta adecuada. La capacidad de actuar de manera distinta a como lo hace el resto, de no obedecer, de no imitar, de arriesgarse a destacar por un acto original y contrario a las expectativas generadas por el contexto, contrario a lo que hacen y piensan los demás, sin el respaldo de un grupo, es la única vacuna contra la apatía que se deriva de la obediencia ciega y del efecto de la masa; la capacidad de desarrollar un sentido valiente de responsabilidad, individual y colectiva.

Chema Nieto

 

Enlaces Relacionados: 

el caso de Kitty Genovese / el experimento Milgram

Artículos Relacionados (en Bongobundos): 

Comando Colleja / Responsabilidad y Diálogo (Fanatismos en torno a la vida y la muerte)

Fotografías Conceptuales: 

bsimple.com


Plan Bolonia o la Universidad que viene

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El proyecto educativo europeo, en palabras de Andrés Piqueras (profesor titular de sociología de la Universitat Jaume I de Castellón) es la education business, “donde la formación sustituye a la enseñanza, las competencias al conocimiento y la empleabilidad a la cualificación.”

Aunque el tono de la descripción es inevitablemente peyorativo, “formación”, “competencia” y “empleabilidad” no son por sí mismos conceptos negativos, ni siquiera cuando contrapuestos a los, tal vez más románticos, "enseñanza", "conocimiento" o "cualificación". 

Pero ¿a qué se debe tanta agresividad? ¿Qué es el Plan o el Proceso Bolonia? Para entenderlo resulta pertinente comenzar respondiendo a una pregunta más básica; ¿qué es, o qué debería ser, la Universidad?

Ortega y Gasset, en un texto imprescindible (Misión de la Universidad, de 1930), explicita los objetivos que debería perseguir la Universidad española. Resulta necesario hoy revisar con detalle este escrito. Entre los objetivos que describe Ortega y Gasset se encuentran los siguientes:

  1. Se entenderá por Universidad stricto sensu la institución en que se enseña al estudiante medio a ser un hombre culto y un buen profesional.
  2. Se evitará que el estudiante medio pierda parte de su tiempo en fingir que va a ser un científico. A este fin se eliminará del torso o minimun de estructura universitaria la investigación científica propiamente tal.
  3. Las disciplinas de cultura y los estudios profesionales serán ofrecidos en forma pedagógicamente racionalizada –sintética, sistemática y completa-, no en la forma que la ciencia abandonada a sí misma preferiría: problemas especiales, “trozos” de ciencia, ensayos de investigación.
  4. No decidirá en la elección del profesorado el rango que como investigador posee el candidato, sino su talento sintético y sus dotes de profesor. 

Describe, además, la necesidad de que la investigación científica rodee, nutra y conforme el ambiente universitario, y afirma que la Universidad debe asumir la responsabilidad de proporcionar una información que ayude a conformar la opinión pública, antes que relegar esta misión a los medios de comunicación.

Ortega_y_gasset En todo caso, el primer punto señalado, la propia definición de Universidad, supone ya una bofetada a nuestro actual sistema de enseñanza. En el mismo texto, Ortega y Gasset escribe, "El carácter catastrófico de la situación presente europea se debe a que el inglés medio, el francés medio, el alemán medio son incultos, no poseen el sistema vital de ideas sobre el mundo y el hombre correspondientes al tiempo. Ese personaje medio es el nuevo bárbaro, retrasado con respecto a su época, arcaico y primitivo en comparación con la terrible actualidad y fecha de sus problemas. Este nuevo bárbaro es principalmente el profesional, más sabio que nunca, pero más inculto también –el ingeniero, el médico, el abogado, el científico.”

Y añade, incidiendo en la contraposición de hombre sabio y hombre culto, “Cultura general. Lo absurdo del término, su filisteísmo, revela su insinceridad. “Cultura”, referida al espíritu humano –y no al ganado o a los cereales–, no puede ser sino general. No se es “culto” en física o en matemática. Eso es ser sabio en una materia. (…) Cultura es el sistema vital de las ideas en cada tiempo. Importa un comino que esas ideas o convicciones no sean, en parte ni en todo, científicas. Cultura no es ciencia. (…) La Universidad contemporánea ha complicado enormemente la enseñanza profesional que aquélla en germen proporcionaba, y ha añadido la investigación quitando casi por completo la enseñanza o transmisión de la cultura.”

La Universidad debe transmitir cultura, no sólo conocimientos. Y debe, como contrapartida, podar de sus contenidos generales aquellas materias propias de la investigación científica. La formación de las profesiones intelectuales debe ser tal, estructurada por pedagogos antes que por investigadores, capaz de formar a profesionales competentes en su campo, y no pretender, falsamente además, que los alumnos puedan asimilar los conocimientos propios de todas las especializaciones técnicas de una profesión.

Los miedos que expresa Andrés Piqueras, que los nuevos planes de estudio sustituyan “enseñanza” y “conocimiento” por “formación” y “competencias”, hacen alusión a la pérdida por parte de la Universidad de su función como transmisora de Cultura. Sin embargo, lo cierto es que hoy esa función universitaria no existe. Ni siquiera en la educación secundaria, en la que se ha sustituido ya la transmisión de Cultura por la especialización temprana, que pretende proporcionar herramientas técnicas necesarias para que los alumnos puedan enfrentarse con éxito a la superespecialización universitaria.

Universidad

El Plan Bolonia no modifica de manera fundamental la situación actual de la Universidad española. Pretende únicamente compatibilizar los estudios superiores en el territorio europeo. Existe, eso sí, una poda, especialmente en estudios de humanidades, aún presentes en nuestra Universidad, que ya han sido descartados, tristemente, por muchas de las Universidades de la comunidad europea.

Para conseguir la compatibilización de los estudios universitarios se pretende implantar el sistema de créditos y de grados. El sistema de créditos, aunque ciertamente caótico para casi todos los estudiantes, ya nos resulta familiar. El sistema de grados permite una superespecialización progresiva, y progresivamente cara.

Fuera de esto el gobierno español intenta incluir, como si formase parte del mismo Plan Bolonia, otras modificaciones. La formación universitaria dirigida por y hacia empresas particulares es una de tales modificaciones. Con ello la misión universitaria de transmisión de Cultura desaparece, incluso del marco teórico. Y además la formación de profesionales generales, capaces de trabajar como tales o de especializarse en áreas particulares de su profesión, es degradada a favor de la formación de técnicos capaces de realizar trabajos específicos, preseleccionados por las propias empresas, a las que se dirigirán, inevitablemente, estos técnicos reconvertidos en ganado laboral.

Resulta necesaria, ciertamente, una revolución en la Universidad española. Pero una revolución que se centre en la necesidad de formar a profesionales generales competentes, con aplicación de criterios pedagógicos en la transmisión tanto de conocimientos teóricos como prácticos, y que no olvide, como parte fundamental de los estudios universitarios, la misión de transmitir Cultura, además de conocimientos específicos.

Desgraciadamente, la education business que menciona Andrés Piqueras, es la realidad que viene. Parece justificada incluso por la masificación actual de las Universidades. Y no es que haya pocas Universidades. En 1930 el acceso a la Universidad era elitista y muy raro. En 1950, cuando sólo la mitad de la población española había sido escolarizada, la situación no había variado. Desde 1970, con la implantación de la Educación General Básica, se produce una nueva generación de niños que tendrá, por fin, acceso a la Universidad: nada menos que uno de cada tres de estos niños cursará estudios universitarios.

Hoy sufrimos la degradación de los profesionales intelectuales precisamente por el exceso de oferta. La empresa demanda técnicos, no universitarios. Esta realidad práctica debe ser asumida, pues no resulta disfuncional en sí misma. Lo disfuncional es que, en vez de estimular la formación técnica, se decida degradar la formación universitaria. Porque en esto consiste en realidad la formulación española del Plan Bolonia; en reconvertir las Universidades, definitivamente, en escuelas de formación técnica. La formación de hombres sabios se diluye y la formación de hombres cultos simplemente desaparece. 


Chema Nieto


Referencias:

Andrés Piqueras (2009), El negocio de la educación. Le Monde Diplomatique en español , 164, junio. 

José Ortega y Gasset (1930), Misión de la Universidad (www.esi2.us.es)

Julio Almeida, Universidad Razonable. Cuenta y Raz'on del Pensamiento Actual, 129 (www.cuentayrazon.org)


Generation We

Obama y la Protección Medioambiental

 

Pincha aquí para ver el video Generation We (también http://gen-we.org).

 

(Al final de este artículo encontrarás una traducción al castellano y una transcripción en inglés de la última parte del video).

 

La Generation We (“Generación Nosotros”), también conocida como los Millennials (los “niños del nuevo milenio”), hace referencia a la gente por debajo de los treinta años, la generación más numerosa jamás conocida en los Estados Unidos.

 

Eric Greenberg patrocinó una de las mayores encuestas llevadas a cabo para analizar los valores y actitudes de esta joven generación americana y sus resultados sirvieron para promover una parte importante de la campaña de Barack Obama como presidente de los Estados Unidos.

Obama energia

El proyecto de futuro de Obama está basado, en buena medida, en la percepción de que esta joven generación se movilizará y votará a un presidente que sea moderado en sus declaraciones (que no sea agresivo), que sea claro (versus vago o ambiguo), que promueva medidas sociales “igualitarias”, tanto dentro como fuera del país, y que estimule la protección medioambiental a escala planetaria.

La estimulante declaración de principios contenida en el video Generation We solicita una inversión multimillonaria en el desarrollo de energías limpias que sustituyan al petróleo. Con esto, en apariencia un mensaje noble, y hasta inocente, no sólo se manipulan los nuevos valores sociales –o generacionales-, de manera que puedan mantener políticamente a Obama en el poder en el futuro, sino que se allana el camino para que Estados Unidos pueda liderar al mundo globalizado en la inminente carrera energética, sin petróleo.

 

Polucion

Los valores sociales, económicos y políticos que se defienden en el video de Generation We (reducción de impuestos, abolición de la deuda nacional, igualdad en la educación, asistencia sanitaria, minimización de los conflictos militares o la protección medioambiental), se ven contrastados con la petición única, y multimillonaria, para “innovar la siguiente generación de soluciones energéticas no basadas en combustibles fósiles”. Una petición que, por su propio valor económico, supedita toda otra mejora social a su consecución.

 

Aún así, el video es emocionante. Merece la pena verlo. Y en cualquier caso, la salvaguarda del planeta sigue siendo un objetivo loable… siempre que sea honesto.


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Transcripción y Traducción de la parte final del video Generation We (a partir de los 2 minutos y 44 segundos):


We, the youth of the United States,believe our birthright has been betrayed; our inheritance has been squandered. We will not accept a cruel and unfair future of incomprehensible debt, punitive taxation, economic disparity, military conflict, chronic disease, and environmental disaster.

Nosotros, los jóvenes de los Estados Unidos, creemos que nuestro patrimonio ha sido traicionado; nuestra herencia, dilapidada. No aceptaremos un futuro cruel e injusto, de deuda incomprensible, impuestos excesivos, desigualdad económica, conflicto militar, enfermedad crónica y desastre medioambiental.

 

We must restore and protect our environment and the planet. We must provide quality nutrition and health care for all youth. We must provide equality of education and learning resources for all people and economic classes. We must end the perception that America is an arrogant and greedy nation.

Debemos restablecer y proteger nuestro medio ambiente y nuestro planeta. Debemos proveer a todos los jóvenes una nutrición de calidad y asistenta sanitaria. Debemos promover igualdad en la educación y en los medios de aprendizaje, para toda la gente, con independencia de su clase económica. Debemos acabar con la percepción de que Estados Unidos es una nación arrogante y avariciosa.

 

We must vote; we must vote in unprecedented numbers and exert our political power to create a just and sustainable world. We are the largest demographic group in the United States, and once unified, we can control America's political landscape.

Debemos votar; debemos ir a votar en cantidades sin precedentes y ejercer nuestro poder político para crear un mundo justo y sostenible. Somos el grupo demográfico más grande en los Estados Unidos y, una vez organizados, podemos controlar el panorama político de nuestro país.

 

This millenial declaration is a call of action. It is the beginning of a nationwide movement. Restore our future, save our nation and preserve our planet. We're gonna make history. Will you join us? Will you join us? Will you join us? Will you join us?

 

Esta declaración es una llamada a la acción. Es el comienzo de un movimiento a escala nacional. Restablecer nuestro futuro, salvar nuestra nación y preservar nuestro planeta. Vamos a hacer historia. ¿Te unirás a nosotros?

 

Please visit our website gen-we.org and support Project Free, our call to the government to create a multi/billion dollar program, similar to the Apollo space program, to innovate the next generation of non-fossil fuel based energy solutions. It is the call and legacy of Generation We. There will be a key turning point in the history of mankind.

 

Por favor, visita nuestra página web, gen-we.org, y apoya el Project Free, nuestra petición al gobierno para que cree un programa multimillonario, similar al programa espacial Apolo, para innovar la siguiente generación de soluciones energéticas no basadas en combustibles fósiles. Es la petición y el legado de la Generación Nosotros (Generation We). Un momento decisivo en la historia de la humanidad va a ocurrir.


Responsabilidad y Diálogo

Fanatismos en torno a la vida y la muerte

“Je conclus que tout homme sensé, tout homme de bien, doit avoir la secte chrétienne en horreur. (...) La seule religion qu'on doive professer est celle d'adorer Dieu et d'être honnête homme”. Voltaire

Adanyevademiguelangel

La absoluta ignorancia es la única garante de la inocencia. En la hermosa mitografía hebrea, el hombre pierde la inocencia al comer el fruto del árbol del conocimiento; el conocimiento le expulsa del Paraíso, al que ya nunca podrá retornar, y la responsabilidad es su castigo.

Cuanto mayor es el conocimiento del hombre, y mayor es su capacidad para actuar, mayor es también la carga de su responsabilidad. Porque la responsabilidad, castigo o no, es una carga; las decisiones que el hombre ha de tomar no siempre son fáciles, y en muchos casos resultan dolorosas.

La secta católica y su moralidad sadomasoquista, que impregnan, aún hoy, la ideología occidental, tergiversa la Carta Magna de los Derechos Humanos, transformando los derechos universales del hombre en obligaciones divinas.

La vida (la vida digna) no es una obligación, sino un derecho. El doloroso caso de Eluana Englaro y la demencial respuesta social y del Presidente de la República Italiana, evidencian la fuerza del fanatismo cristiano en Europa, ejemplo deplorable de quienes tratan de mostrar lo penoso de otros fanatismos.

La responsabilidad (social, médica) que confiere la capacidad de mantener con vida un cuerpo humano sin posibilidad de vivir una vida digna (de pensar, sentir, soñar, tener esperanzas), es, siempre, dolorosa. En la evaluación de estos casos, y en las decisiones consecuentes, resulta necesario mirar con humanidad y honestidad, evitando todo a priori que pretenda ofertar respuestas sencillas a problemas complejos.

El caso de Eluana es dolorosísimo, y precisamente por ello resulta vomitivo presenciar una batalla irresponsable e indigna, que antepone las propias ideas al potencial bienestar, presente y futuro, de un ser humano.

Homunculus de Nicolaus Hartsoeker 1694

El aborto, o la conveniencia o no de utilizar preservativos, suponen temas paralelos. La secta católica, de nuevo, pretende que existe un ser humano potencial en cada óvulo, en cada espermatozoide. Lógicamente demoniza a la mujer; ella asesina a millones de espermatozoides, aún coleantes, tras cada coito (¡y en vez de sufrir por su crimen, hay ocasiones en las que hasta da muestras de gozo!). No existe posibilidad alguna de defender razonablemente las palabras del Papa en África, instando a no utilizar la protección de los condones. Una cosa es recomendar castidad, otra muy distinta es condenar a la mujer al embarazo constante, y a todo un continente a la ignorancia, a la pobreza y a la muerte.

La cuestión del aborto comparte una misma raíz, aunque resulte mucho más compleja. Aunque parezca obvio, es difícil definir qué es un ser humano. Puedes intentarlo. Yo me confieso incapaz de desarrollar una definición coherente. Y sin embargo me resulta extraño que alguien pueda llamar ser humano a una sola célula, a un óvulo fecundado, por mucho que esa célula sea una semilla de ser humano.

No existen definiciones “científicas” que podamos esgrimir para señalar, sin dudas, qué es o qué no es un ser humano, por mucho que unos y otros lo pretendan. Decidir cuándo un grupo de células vivas se convierte en un individuo es una cuestión ética o filosófica, incluso moral, y en esta dificultad -y en la inevitable diferencia de criterios- radica la polémica en torno al aborto.

Eluana englaro

La interrupción del embarazo, al igual que permitir morir a Eluana, suponen decisiones dolorosas, en todos los casos. Es tan solo una cuestión de comodidad (de nuevo ética o moral) la que permite aceptar o no determinados presupuestos. El consenso social, necesario, debe surgir de la comprensión de los diferentes criterios así como de los límites razonables de libertad individual, por no mencionar consideraciones puramente médicas.

Pero además del consenso social, importante para estructurar en un marco legal determinadas acciones, parece necesario estimular el concepto de responsabilidad individual, cada vez más diluido en el entramado de responsabilidades delegadas, asumidas, explícitamente o no, por el estado, la religión o la moral imperante.

Existen en cualquier caso dos niveles diferentes, e independientes, a la hora de aproximarse a estos temas. De una parte, un nivel teórico (filosófico, ético, moral o religioso) desde el que se pueden discutir y argumentar, explicar o rebatir ideas. De otra parte existe un nivel práctico, ineludible, en el que resulta necesario tomar decisiones impostergables. Aunque las decisiones prácticas estarán basadas, en buena medida, en las consideraciones teóricas, la ausencia de argumentos incontrovertibles hace que la discusión filosófica, irresoluble en un único sentido, sea inaplicable al orden práctico, que necesita determinar acciones concretas e inmediatas.

Este divorcio, entre el orden teórico consensuado y el orden práctico, no hace sino incidir en la importancia de la responsabilidad individual. Y obliga a considerar adecuada, por responsable, la decisión de los padres de Eluana, independientemente de los argumentos de cada cual.

De todas formas parece difícil dialogar con quien presupone un asesinato en todo aborto o en toda muerte facilitada, aunque reconozco que los fanatismos más intransigentes, desgraciadamente, están siempre en el ojo propio. En ser hombres honestos, decía Voltaire, radica la auténtica religión. Pues eso.

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Imágenes y Enlaces

Cristo del Calvario, Parroquia de la Magdalena (Sevilla). platea.pntic.mec.es
Homúnculo de Hartsoeker. manuelbio.blog
Historia de Eluana Englaro. wikipedia
Comando Colleja. bongobundos 2008
La Responsabilidad Diluida (El Efecto Masa y la Obediencia). bongobundos 2009


Multiculturalidad y Democracia

Reproducimos a continuación el texto original, de Educación Secundaria Obligatoria (Gijón, 2007, colegio concertado), que motiva la presente reflexión. Las mayúsculas son añadidas. Señalar que, textos como éste, me hacen meditar en la necesidad de instaurar una educación ciudadana... dirigida a profesores y padres.

“Breve historia del multiculturalismo:

El multiculturalismo es, en principio, un hecho; el hecho de que en un determinado espacio social han de convivir personas identificadas con diversas culturas. Así entendido, el multiculturalismo es un fenómeno antiguo. Sin embargo, en los últimos veinte años el PROBLEMA se ha agudizado en la medida en que los pueblos aborígenes, los inmigrantes, los grupos nacionales situados en el contexto más amplio de un Estado-nación, y algunos otros grupos que se sienten marginados, exigen el reconocimiento y el respeto de su cultura. LA NOVEDAD es que no desean asimilarse a la cultura central del país en el que viven, sino que se respete su propia identidad cultural.

En cuanto a esta perspectiva, multiculturalismo significa que una cultura determinada no puede constituir el núcleo al que las demás busquen asimilarse, sino que hay diversos núcleos culturales relacionados entre sí.

Entendido de esta forma, el multiculturalismo es algo NEGATIVO ya que, AL ENCONTRARNOS EN UNA SOCIEDAD MAYORITARIAMENTE DEMOCRÁTICA, LA CULTURA MAYORITARIA HA DE SER LA DOMINANTE y a la que han de adaptarse los núcleos culturales minoritarios”

R_educacion para la ciudadanía  

A modo de aclaración

La protección de los derechos fundamentales de las minorías y de los individuos, incluso cuando dicha protección pueda contravenir la 'regla de la mayoría', supone uno de los pilares en los que se fundamentan las democracias occidentales. Así, nuestra democracia, entendida tanto como forma de organización política o como estilo de convivencia y organización social, establece el marco en el que entender las relaciones individuales y grupales, definidas en todo caso como igualitarias y no como derivadas de la articulación de fenómenos de dominancia y sumisión.

La cultura prevalente -que no dominante- en una sociedad democrática se verá así confrontada, en términos de igualdad, por aquellas otras culturas, aborígenes o inmigradas, que, dentro de los márgenes establecidos por la ley y asumiendo la norma constitucional, se asimilarán o se verán asimiladas en base a los valores reales o imaginarios que aporten, pero nunca por relaciones de dominancia establecidas a priori.

En este sentido, el advenimiento del politeísmo cultural no puede sino enriquecer el acervo cultural prevalente, incluso en aquellos casos en que las culturas minoritarias pretendan preservar a toda costa su propia identidad. La sola expresión de los diversos patrimonios culturales posibilitará la comparación, el análisis y hasta la posible evolución -en la cultura preponderante o en la minoritaria- de conceptos atávicos, basados en la ciega observancia de la costumbre y, sin embargo, disonantes con el sentir o el uso social. De esta forma, lejos de ser un problema, la defensa de identidades y valores culturales diversos supone una oportunidad para el desarrollo individual y social, tanto cuando dichas divergencias son finalmente rechazadas como cuando son aceptadas o asumidas.

Sólo la interpretación perversa del concepto democrático permite pretender que las culturas minoritarias han de capitular ante la mayoría “dominante”. Tal vez sea necesario recordar, una vez más, que la propia definición democrática asume el respeto a las minorías como parte integral y necesaria, y que el marco en el que una sociedad democrática se desenvuelve es el que establece su constitución; una constitución en la que, afortunadamente, caben diversas y hasta contradictorias formas de expresión cultural.

Educacionciudadania .



El Comando Colleja

En la primavera de 2006 nace en el barrio de La Latina el Comando Colleja. De ánimo aleccionador, los integrantes del comando se comprometen a collejear a todo aquel que no se responsabilice de sus propios actos.

Casi todos los grupos pro o contra lo-que-sea ofrecen una definición (moral o pragmática) de lo que consideran 'bueno' o 'malo'. Bueno es proteger a los animales, malo es ser negro o inmigrante, bueno es evitar el jamón, malo es ser del Sevilla, etc. El Comando Colleja se distingue de otros grupos en dos aspectos fundamentales. El primero es defender un valor, la responsabilidad, antes que posicionarse con respecto a acciones concretas o características particulares. El segundo es decantarse por una acción positiva e inmediata, la colleja.

Resulta inevitable sospechar que el comando es violento. De hecho ya han surgido disensiones graves dentro del propio movimiento que abogan por soluciones más extremas. El ejemplo más radical lo conforman los disidentes del 'Ratatatatá', quienes consideran necesarias medidas terminales para con ciertos individuos y tachan de blandas las collejas y sus motivos. Afortunadamente, los escrúpulos de estos disidentes impiden que este subgrupo se convierta en un comando de 'profesores del terror'.

Sin embargo, ni el espíritu ni las medidas propuestas por el Comando pueden considerarse violentas. De un lado el espíritu es claramente aleccionador y como tal entronca con las utopías ilustradas que pretenden lograr un mundo mejor mediante la educación. De otro lado la propia ley ampara la colleja como forma adecuada de corrección. La Audiencia Provincial de Jaén sentenció en su momento que "la colleja no tiene entidad suficiente para ser considerada como un acto (violento) o uso de violencia". Además, la misma Audiencia defiende el "derecho de corrección" del profesor y considera que la colleja "no sobreapasa los límites de ese derecho".

En este sentido cualquier individuo, por el hecho de cohabitar en sociedad, se convierte inevitablemente en profesor o modelo, tanto por sus acciones como por sus omisiones (negarse esta cualidad como individuo social es en sí mismo una irresponsabilidad y como tal punible, con una colleja, claro). Para el Comando Colleja corregir no es sólo un derecho sino un deber y así collejear al irresponsable supone un deber ciudadano.

El Comando Colleja articula el tema de la irresponsabilidad punible sobre la aceptación -tácita o explícita- de que la única educación social posible y necesaria es aquella encaminada a estimular la responsabilidad individual. Se rechaza así la instrucción moral (como inadecuada, innecesaria o incluso contraproducente), negándose tanto el derecho como el deber de educar al 'otro' en este sentido. Surgen tangencialmente dos temas significativos, como son la construcción de éticas personales y el significado de libertad (del individuo en la sociedad), revelándose en cualquier caso la responsabilidad como el pilar singular sobre el que se sustentaría el ciudadano libre.

Resulta difícil conversar con un miembro del Comando sin recibir alguna que otra estimulante colleja. La irresponsabilidad impregna de manera sutil pero poderosa los modos de pensar y comprender la realidad, muy especialmente en las así llamadas democracias occidentales, pero no sólo; desde la pretensión de beneficios no merecidos, la delegación de responsabilidad en los jefes, las minorías, las corporaciones, las conspiraciones, los gobiernos o la coyuntura económica global, hasta la prisa, reconvertida en excusa para no atender a las consecuencias de los propios actos, son apenas discretas cojeras compartidas por los individuos de sociedades cada vez más aceleradas -aunque no se aprecie claramente en qué dirección.

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En fin, me excuso; dos años de investigación y seguimiento para esto. "Nadie está libre de decir estupideces", decía Montaigne, "lo malo es decirlas con énfasis". Lo que por algún motivo me recuerda un conocido proverbio judío; "La vida es como un sombrero; unos se lo ponen, otros se lo quitan".

 

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Nota: existe un Comando Colleja anterior, creado por Gork@ Limotxo aparentemente en 2004, sin ninguna relación con el aquí expuesto


Heroína

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Érase una vez una niña mona que hizo un trato oscuro y se convirtió en representante sindical.

A la niña mona le molestaba que la llamasen niña mona y por eso discutía con todo el mundo. Llegaba a tal extremo su manía que cuando alguien le daba la razón cambiaba de opinión, pensando que así demostraba tener personalidad y no ser sólo una niña mona.

Al convertirse en representante sindical pensó que muchos valorarían por fin su manía de discutir pero pronto descubrió que negociar era un proceso lento y que los escasos éxitos resultaban poco vistosos; nadie parecía quererla más ahora que antes. Así fue que decidió aprovecharse de sus derechos sindicales para vivir mejor y trabajar menos y seguir a lo suyo, que era lo que siempre había hecho.

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Pero alguien le dijo que aquello estaba feo.

Como le gustaba discutir decidió demostrar que lo que hacía era en realidad luchar por los derechos de sus compañeros. Inventó entonces un motivo y lo llamó La Cadencia. Aunque La Cadencia, tal y como ella la definía, era tema fantástico y baladí, la niña mona afirmaba que era un Derecho Fundamental y que por ello era que libraba los fines de semana obligando a sus compañeros a suplirla; quería coaccionar a La Dirección (que es mala por definición) a respetar La Cadencia.

Cuando sus compañeros, puteados por otros mil motivos, la instaban a ejercer sus derechos sindicales sin putearles aún más la niña mona replicaba que la lucha sindical conlleva sacrificios y que debían asumir (ellos) tales sacrificios y no venirle a protestar, que ya bastante se sacrificaba ella.

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- Id a La Dirección –les decía- a pedir que os concedan La Cadencia.

La niña mona era buena discutiendo. Consiguió torear a su propio sindicato cuando la llamó para pedirle explicaciones. Sus compañeros, mientras tanto, se encontraban en una situación grotesca; para conseguir que la niña mona no les putease debían ir a La Dirección a solicitar esa cosa fantástica llamada La Cadencia. Esto sí que era rizar el rizo en el trabajo sindical. Claro que a tales alturas todo el mundo había olvidado ya que la niña mona había decidido aprovecharse de sus derechos sindicales para vivir mejor y trabajar menos y seguir a lo suyo, que era lo que siempre había hecho.

La niña mona, aunque pueda parecer perversa a ojos ingenuos, es una Heroína de nuestro tiempo. Vivir mejor, trabajar lo justito, eludir responsabilidades, incluso robarle a hacienda, tener un cochazo y evitar las multas son cualidades del superhéroe urbano que todos queremos ser. La Niña Mona, así, con mayúsculas, es sin duda una auténtica Heroína Urbana. Supongo que resulta inevitable que también sea una auténtica... FIN

chema nieto

Imágenes de Pequeño Cabaret Ambulante


Las Mamadas de la Iglesia

Advertencia: El presente texto puede herir ciertas sensibilidades. Ruego no siga leyendo caso de presentar convicciones religiosas dubitantes o ser hipersensible a la hora de confrontar lenguaje explícito.

Betty_4 No sé si mi hermano es una fuente fiable en relación a la Iglesia Católica pero me asegura desde Argentina que el Papa ha dictaminado que las felaciones no son admisibles. Da igual que estés casado; las mamaditas son oficialmente pecado.

Aunque me queda la duda, ¿los besos están permitidos? ¿Y un besito con lengua? ¿Entonces chuperretear un…? Pero en fin, yo lo que no me imagino es al Ratzinger tratando de dilucidar lo que piensa Dios al respecto; “Ilumíname Altísimo, ¿es adecuado comerle el miembro al marido? No, no, claro, en qué estaría yo pensando. Señor ¿y agarrar una nalga durante el acto? Oh, espera, espera, ¿y morder una teta? ¿Acaso no las diseñaste –magníficamente por cierto – para amamantar al neonato?”.

Chica_luna Claro que en ese momento es cuando le surgen al Papa dudas teológicas graves: “Pero entonces, oh Señor, ¿para qué porras le plantaste un par de pezones a Adán en el pecho?”. Y así, de un plumazo, a la papelera con el creacionismo; un par de pezones acaban con la teoría del ‘diseño inteligente’. No, mejor dejar de lado el tema de las tetas y ceñirnos al falo que siempre está de moda.

Ahora además con tanta mariconada y tanto homosexual suelto que cree en el matrimonio la Iglesia parece querer dejar las cosas bien claritas. Es por eso que –según me informan otras fuentes– un párroco se ha negado a casar a un parapléjico; por ser impotente y no poder procrear. “¿¡ Además para qué quiere casarse este si no se le levanta!?” –dicen que preguntó el cura– “¡¡No  pretenderá que su mujer se la chupe!!”. Menos mal que el Papa ya ha dejado claro el tema.

Imágenes de enuncabaretambulante.blogspot.com


El Voto Durmiente

  • Votar o no Votar, Botarse
  • Belleza_paleoltica_diosa_3Votar por Votar
  • Votar para Botar... al Otro
  • Votar por Derecho o por Revés
  • Votar Reservado
  • Botar por Deber y Deber de Votar
  • Votar de Botarate
  • Botar sin Veto
  • Votar y Botar...
  • Yo, ¡Voto a Bríos!
  • He Botado mi Voto al Fondo de un Río

"La Mayoría Nunca tiene Razón", Henrik Ibsen (Un Enemigo del Pueblo)

La descacharrante ironía de Pirandello resulta inquietante cuando afirma: "Alegría tendríamos todos, o mejor aún, alcanzaríamos la felicidad, con una sola condición: que nos gobernara un buen monarca absoluto. Tú estas cosas no las entiendes, mi pobre borracho con vocación de filósofo, ni siquiera te pasan por la cabeza, pero la verdadera causa de todos nuestros males, de esta tristeza que nos invade, ¿sabes cuál es? La democracia, mi querido amigo, sí, la democracia, es decir, el gobierno de la mayoría. Porque cuando el poder está en manos de una sola persona, esta persona sabe que ella es una sola y que tiene que contentar a muchas más, mientras que cuando son muchos los que gobiernan sólo piensan en contentarse a sí mismos, lo que da lugar a la más odiosa y estúpida de las tiranías: la tiranía disfrazada de libertad. ¡No lo dudes! ¿Por qué crees, si no, que sufro? Sufro justamente por causa de esta tiranía disfrazada de libertad...", Luigi Pirandello (El Difunto Matías Pascal)

Sospecho que algo le está pasando a nuestras democracias... Será por no votar.


Democracia

Ahmad_batebi***  La gente de Irán necesita, hoy más que nunca, que nosotros, desde Europa, lancemos un mensaje alto y claro: apoyamos a los iraníes que defienden los derechos humanos y proponen un cambio político democrático en su país y nos comprometemos a no secundar ninguna medida contraria a sus intereses.

Así pues la guerra no es una opción. Tampoco lo es la colaboración en forma alguna con el actual régimen iraní. Así como Olof Palme declaró a principios de los setenta la necesidad de un cambio político radical en España que permitiese la instauración de una verdadera democracia, Europa -y España- deben hoy declarar abiertamente la necesidad de un cambio político en Irán que garantice el respeto por los derechos humanos.

Pero me da vergüenza mencionar la necesidad de una apertura democrática en Irán cuando España sufre hoy las consecuencias de nuestra inmadurez democrática. Pedro J. y Luis María Ansón se vanagloriaban hace bien poco de haber contribuido activamente a la debacle política de Felipe González mediante una campaña de descrédito diario que sirvió para crispar a una opinión pública que, finalmente, "comprendió" que no existía otra opción sino permitir que el Partido Popular se hiciera con el poder. Por justificado que pueda parecer el fin -esto es, la alternancia política en el gobierno-, los medios utilizados no lo son; suponen en esencia saturar y confundir a la opinión pública. Hoy vivimos una situación similar en la que actuaciones irresponsables como convertir el terrorismo de ETA en arma política no sólo son amparadas sino alentadas por los medios en una campaña de delaciones, escándalo y confusión que en absoluto facilitan un análisis veraz de los conflictos que exponen.

Democracia Personalmente defenderé siempre la libertad de expresión, incluso ante este tipo de campañas de desinformación global por parte de las dos principales corrientes político-periodísticas del país. Cosa distinta es discutir su adecuación, su validez en cuanto trabajo periodístico o incluso la dudosa ética de sus intenciones. El éxito no obstante de estas campañas muestra claramente lo ingenuo de mi postura; la libertad de expresión debe ir acompañada de capacidad crítica por parte de quien escucha. De no existir esta capacidad la libertad de expresión se convierte en soflama, propaganda, cebo. Una chica de unos veintitantos salía ayer por la televisión exponiendo lo grave que le parecía que el gobierno liberara tras dieciocho años de cárcel a un asesino múltiple. La vehemencia de su exposición no debe ocultar lo equivocado de su discurso. Un discurso en cualquier caso dictado por la mitad de la prensa nacional. La otra mitad, tal vez más silenciosa, repite aquello de los motivos humanitarios, con convicción probablemente, aunque sin aparente consciencia de contradicción.

La necesidad de adecuar nuestro sistema legal a nuestro concepto de justicia -compartido sin duda por ambas mitades políticas- es relegado a la indiferencia ante la visceralidad de dos opciones radicalizadas y, lo que es peor, desinformadas. Resultaría necio tratar de solicitar a los medios de comunicación información veraz e imparcial, especialmente en este ambiente de "conmigo o contra mi". Sin embargo parece necesario recordar que España, al contrario que Irán, es una democracia. El uso que hacemos de ella, para crispar, confundir y enfrentar o para regular y corregir, es una responsabilidad individual. Como lo es el uso que hacemos de las manifestaciones de los medios de comunicación.

Decía que es preciso que Europa declare abiertamente que apoyamos una transformación democrática en Irán, de manera que los iraníes que defienden dicho cambio se sientan amparados a la hora de confrontarlo. Tal vez sea necesario también que Europa exprese con claridad la necesidad de retorno del sentido común y de la posibilidad de discrepancia pacífica en España.

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Fuego_hielopd. La hoguera comienza en Villaconejos. Los muy cretinos, que ahora gritan 'Fuenteovejuna' para escarnio de Lope de Vega, quemaron la casa de El Calvo cuando este se hallaba fuera (¡en la cárcel!), haciendo huir, eso si, a su mujer y a los ancianos padres de esta -nos informan que los energúmenos consiguieron cargarse a un pajarillo que resultó calcinado en su jaula. Historia tragicómica y muestra patética de contra-democracia patria. Pero vaya, el fuego es mucho más sexy que la ley. No en vano cantaba Javier Krahe aquello de "pero dejadme, ay, que yo prefiera... la hoguera, la hoguera, ¡la hoguera!".

imagen "democracia" de lucy pepper

imagen "hielo-fuego" de mcclave

imagen de Ahmad Batebi


Irán y el Diálogo

*** En la imagen (arriba), Ahmad Batebi, símbolo de las revueltas estudiantiles en Irán, voluntario pro derechos humanos, antes de su detención en 1999. Condenado inicialmente a la pena capital por "amenazas contra la seguridad nacional", posteriormente reducida a 10 años, aún permanece en prisión (en la imagen, que dio la vuelta al mundo, motivo de su detención, portaba la camiseta ensangrentada de un compañero apaleado por las fuerzas de seguridad). Amnistía Internacional denuncia, junto con varios otros casos, un proceso injusto, torturas y negación de auxilio médico en la prisión de Evin donde se encuentra.

Kiarostami_patos Antesdeayer 30 mujeres fueron detenidas en Irán, 3 de ellas retenidas en Evin, por manifestarse solicitando derechos legales iguales para la mujer y el hombre. Hace 2 meses 15 periodistas fueron arrestadas cuando pretendían volar a India para asistir a un simposio sobre periodismo. Las denuncias de organizaciones internacionales por abusos, torturas, detenciones improcedentes, intimidación, arbitrariedad legal y un largo etcétera, están a la orden del día en Irán. Las concesiones europeas a la República Islámica, que pretenden circunvenir las acusaciones de islamofobia vertidas por diversas organizaciones, no parecen justificadas a tenor de los datos que muestran una ignorancia sistemática de los derechos humanos por parte del régimen iraní. El reciente grado honorario ofrecido al ex-presidente Khatami por la Universidad de St. Andrews en nombre del diálogo de civilizaciones y del acercamiento inter-religioso es un ejemplo más del desatino europeo a la hora de realizar gestos que puedan mostrar nuestra posición con respecto al gobierno de la república de Irán. En un estado donde religión y política se encuentran indefectiblemente ligados, los gestos, loables por otro lado, de comprensión y aceptación de la diferencia espiritual se traducen, necesariamente, en comprensión y aceptación del estatus quo político y con ello de los crímenes cometidos por el régimen. Los gestos pro-diálogo deben por ello desligarse de las actuaciones de gobierno relacionadas con violaciones flagrantes de los derechos humanos, y más aún, estas violaciones, lejos de ser acalladas o consentidas, deben ser, al mismo tiempo, denunciadas. El mensaje europeo debe ser claro en ambos aspectos (tanto en política externa como para consumo interno); la aceptación y respeto por la diferencia religiosa y la acusación y censura de todo acto que contravenga la declaración universal de derechos humanos.

imagen de Kiarostami


De Juana Chaos; el "Calentamiento Global"

Ni Kyoto, ni ozono ni emisiones de ceodós; hoy me siento castizo, españolito de pro, y para calentamiento global tengo bastante con el nuestro.

Un índice sensible del grado de calentamiento nacional lo encontramos en el hecho de que un asesino cobarde y cretino como De Juana (cobarde por no saber sino matar por la espalda; cretino por pretender tener razones para hacerlo) sea significado en las portadas de todos los periódicos del país. La hasta ahora estéril discusión entre demócratas en torno al caso De Juana sólo ha conseguido enardecer a los defensores de dos proposiciones diferentes que en absoluto son contrapuestas.

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De un lado se aduce lo injusto (por muy legal que sea) de transformar una condena de tres mil años en dieciocho. Nuestro actual sistema penitenciario pretende que la coartación de libertad que supone el encarcelamiento sea no sólo castigo sino también medida coercitiva e incluso reinsertiva. Ciertas voces de víctimas del terrorismo señalan que, de existir arrepentimiento por parte del asesino, sus exigencias como víctimas serían sensiblemente diferentes. Esta ilusión de reinserción social tras el castigo penitenciario subyace no sólo en buena parte del sentir ciudadano sino en las propias leyes que formulan la regulación de las penas. Y sin embargo carecemos en gran medida de mecanismos adecuados que faciliten dicha reinserción -salvo por el castigo mismo. Así, en este contexto, admitir como válida la condena a cadena perpetua implicaría aceptar que existen casos en los que dicha reinserción simplemente no es posible.

En cuanto se nos pase este ardor de turba enardecida dispuesta a colgar al indio de turno tal vez debamos reevaluar nuestro sistema sancionador e incluso valorar como admisible la imposición de la cadena perpetua a aquellos que han hecho un uso execrable de su libertad. La posible justicia de un castigo tal, más que su dudosa efectividad como medida coercitiva, debe ser valorada.

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El segundo argumento, sólo en apariencia contrapuesto al anterior, es el de aquellos que defienden que en un estado de derecho no se puede perseguir un fin, por justo que este sea, por cualquier medio, y mucho menos si estos medios son ilegales e injustos. El propio estado de derecho se define por las reglas de juego en forma de leyes que el conjunto de ciudadanos acatan. Tratar de conseguir fines por medios criminales es precisamente lo que pretenden los asesinos etarras, y lo que nos diferencia de ellos, además de no matar, es que nosotros, como sociedad, sí acatamos las reglas de convivencia que nos imponemos (aún cuando en ocasiones no nos gusten o no nos convengan).

En el caso de De Juana la injusticia (legal) de ver reducida su condena hasta la insignificancia ha motivado que ciertos sectores de nuestra sociedad pretendan paliar aquella injusticia con otra injusticia, inflando una condena por amenazas que el Supremo se ha encargado finalmente de moderar. Una injusticia en cualquier caso, la nuestra, que los aberchales se han apresurado a señalar sin decoro. Pero no nos equivoquemos; que en España hoy impere la ley es una victoria nuestra, de la democracia, no de los asesinos. Y sí, una victoria.

Un asesino execrable saldrá de la cárcel en menos de un año y esto constituye una victoria de la ley sobre el imperio de la turba enardecida. Y sin embargo, la innegable injusticia que constituirá la liberación de De Juana, lejos de hacernos clamar venganza, debe servirnos de acicate para hacer que nuestras leyes sean más justas, también en la imposición de castigos, y para que se racionalice la filosofía reinsertiva que puede seguir siendo referente pero no sumisión.

Umbralvenecia

Dejémonos pues de discusiones estériles y no olvidemos que somos corresponsables de las injusticias que impregnan nuestro sistema legal; es hora de abandonar el "ellos hacen, ellos dicen" en referencia a nuestros políticos y retomar el "nosotros hacemos y decimos", haciéndonos copartícipes, incluso cuando discrepamos, de todas las decisiones que dan forma a nuestra sociedad. Sin duda el empeño común por construir una sociedad más justa, frente a la sinrazón de la venganza o los intereses particulares, ha de dar sus frutos; ocurrió en España con el establecimiento de la democracia durante la transición y ocurrirá de nuevo si somos capaces de encauzar nuestros esfuerzos en una dirección común.

Temas Relacionados:

Artículos publicados en Gara, firmados por De Juana, objeto de la condena por  amenazas

El escudo 1-12-2004

Gallizo 30-12-2004


El Código del Mar

SÍNTESIS DEL 2006 EN UNA SOLA NOTICIA

El Francisco y Catalina es un barquito pesquero en el que conviven diez tripulantes. Su nombre, Francisco y Catalina, es anodino, como lo son sus aventuras; trabajo de pescadores que se pasan casi todo el año recorriendo el Mediterráneo en busca de gambas.

Marsaxlokkpescador Yo no soy marinero ni de agua dulce. Mis referencias son literarias cuando no mitológicas. Así, lo que sé del Código del Mar lo aprendí con aquel viejo de Hemingway, con los piratas de Isla Tortuga, con las aventuras de Billy Budd y con las de Corto Maltés. Y si he de ser sincero tendría que incluir aquí a los Fremen de Dune y todas las historias que he leído de nómadas, árabes y tuaregs que recorren este o aquel desierto, pues, en mi imaginación, el Código del Mar y el Código del Desierto son hermanos.

Pero esto que para mi resuena a literatura y utopía, a hermandad y sentido común, a vínculos atávicos de supervivencia y a sociedad de hombres libres, a filosofía, poética y a política, para los tripulantes del Francisco y Catalina es algo que, de tan natural, hasta resulta trivial; ellos conviven a diario con el mar, con sus inclemencias y con su código, sin más. Así es que hace unos meses recogieron a cincuenta africanos que pedían ayuda desde una patera a la deriva. Luego pasarían una semana de locos, atrapados africanos y españoles en el pequeño barco, tratando de conseguir permiso de algún puerto para poder arribar. Pero esa es otra historia.

Gambli El código del mar obliga a socorrer al que está en peligro, "sea blanco, negro, vaya en yate o en patera", dice el cocinero de a bordo. El segundo patrón añade: "No somos héroes, somos pescadores de gambas".

Pues eso, pescadores de gambas; una peña que no necesita de ninguna ley que les obligue a hacer lo correcto. A los marineros les basta con el Código del Mar.

Feliz Año.

copyright fotos chema nieto


cambiando de acento

Los bilingües tienen doble personalidad. No es coña. Ha salido en el Scientific American.

Y es verdad. En fin, algunos ya sospechaban algo raro en vascos y catalanes... Pero lo cierto es que cada lengua supone un marco específico, limitante en muchos sentidos, lo que hace que hasta parezca razonable mostrar una personalidad diferente según el idioma en el que hablemos. Fijaos si no; en castellano tenemos ciento y pico formas diferentes de llamar a alguien gilipollas mientras que los esquimales tienen ochenta y tantas palabras para describir la nieve. Está claro de qué van a hablar unos y otros.

Pero no es esta la cuestión.

Friendship_by_olegEl tema es que un tipo que estudiaba en la universidad de Tejas intentó ligar con un par de venezolanas que estaban buenísimas. Se le ocurrió contarles que estaba haciendo un estudio psicológico (el tipo tenía pocos recursos, es cierto) y les pasó unos tests de personalidad (ya sabes, de esos que salen en el Cosmopolitan, con preguntas tipo ¿eres ardiente, exigente o Ana Botella?, ¿el tamaño te importa... cuánto?). Bueno, el tipo maqueó un poco las preguntas y se lanzó. Les pasó un montón de tests; en castellano, en inglés, de colores, en dvd... el caso es que no funcionó. Él les hablaba en sexo y ellas le respondían en matrimonio. No se entendían, vaya.

The_gift_by_olegLas venezolanas volaron pero dejaron a nuestro amigo con un buen taco de preguntas y respuestas. Al leerlas (porque las leyó después de todo, el pobre se aburría) descubrió algo curioso; los tests que las venezolanas habían respondido en castellano mostraban personalidades más bien timidillas pero aquellos que habían rellenado en inglés daban como resultado personalidades más salidas que el pitorro de un botijo (claro, en este punto el tipo se maldijo por haberles hablado siempre en castellano a las venezolanas).

Total. El tipo se interesó en el tema y acabó haciendo un trabajo que publicaron en el Scientific American. En el artículo final habla de la naturaleza contextual de la personalidad y de su maleabilidad y concluye que los latinos, cuando hablan en inglés, muestran una personalidad más extrovertida y complaciente que cuando hablan en castellano.

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The_small_gift_by_olegEn fin, que aunque parezca una chorrada es una verdad como un pino; cuando hablas en una segunda lengua tu personalidad se transforma realmente, en mayor o menor medida, y casi siempre en el sentido de mayor extroversión.

Y no sólo eso; simplemente cuando cambias de acento y hablas con un deje cubano, argentino, marroquí o franchute tu personalidad se transforma igualmente y en esta transformación el aumento de extroversión parece también una constante.

Ocurre algo parecido cuando imitas a un personaje; de alguna forma te conviertes un poco en él. La peña que imita a Torrente por ejemplo realmente se vuelve un poco más cerda y cachonda (solamente mientras lo imitan, por fortuna).

The_spirit_inside_me_by_oleg El otro día echaban un reportaje en el que entrevistaban a un pavo con una pinta de pardillo increíble; tímido, tieso y con tremenda cara de susto. Más tarde, vestido con un pelucón inmenso, taconazos y ropa de mujer, comentaba con pasión y sorpresa que cuando se travestía se transformaba completamente (¡y tanto!) y que era capaz de hacer y decir cosas que jamás se atrevería soñar con hacer o decir en circunstancias normales.

Hay gente que expresa el deseo ocasional de cambiar, mujeres que cuentan cómo les gustaría irse a alguna parte donde poder romper con todo y empezar de cero; cortarse el pelo, plantarse con una minifalda y... Pero no puede ser; resultaría muy extraño cambiar de repente la forma de vestir, los gustos, la personalidad.

Es cierto que en muchas ocasiones nuestro sentido de la coherencia -o de la vergüenza- consigue evitar este tipo de cambios. También es cierto que muchas veces esa misma coherencia puede ser una cárcel.

Waiting_for_winter_by_olegEn cualquier caso no deja de resultar cuando menos sorprendente que para hacerse más extrovertido baste con cambiar el acento. Sin pastillas. Uno se pone a hablar con acento gallego, madrileño o rumano y, sin poder evitarlo, ahí está; somos los mismos (o parecido) pero menos tímidos.

Y bueno, ser "los mismos" está supravalorado en cualquier caso. Por un lado porque cambiar es inevitable; lo hacemos constantemente, para bien y para mal. Y por otro lado porque ser "los mismos" es, en muchas ocasiones, una imposición que tiene más que ver con las categorías impuestas por quienes nos rodean (tanto las reales como las que imaginamos) o con aquellas que nos imponemos (por motivos sociales o de conveniencia) que con nuestras propias preferencias.

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Por cierto, si se te ocurre pasar un día entero hablando con un acento extraño, escríbeme y cuéntame la experiencia (no es que quiera ligar, oye; es simple curiosidad).

copyright fotos Oleg


El Moro Bueno

Me he quedado pillado con una pregunta que el otro día repetía el doctor Carbonero, insistentemente, en uno de sus habituales viajes endorfínicos; "¿dónde está el Islam moderado?", decía, "¿dónde están los moros buenos?".

War_1 Y es que no existen. Uno enciende la tele y no hay ni un musulmán que no tenga una metralleta en la mano, que no esté lanzando piedras o gritando, quemando banderas, lanzando soflamas, amenazando de muerte o cumpliendo sus amenazas. De vez en cuando aparecen imágenes de críos en la escuela, pequeños musulmanes en las madrasas, que así las llaman. Estas imágenes son aún más espeluznantes, pues siempre aparecen con una voz en off que nos 'explica' que en dichas escuelas se les inculca a los niños el odio a occidente.

Abdul_ghaffar_khan No cabe duda, pues, de que la gran mayoría de musulmanes que salen en la tele están sedientos de sangre. Y esto es preocupante. Lo de la tele, claro, porque a menos que nos informemos mejor (qué rollo, lo sé, eso de que no baste con ver las noticias de la tele) tenderemos a pensar que todos los musulmanes son unos criminales fuera de control.

Malcolm_x En España estamos viviendo una dicotomización agresiva e injustificada a nivel político que está consiguiendo radicalizar a una opinión pública que, a falta de datos o argumentos, termina esgrimiendo consignas o eslóganes de uno u otro color. En la cuestión del terrorismo islámico se enfrentan dos soflamas majaderas. Por un lado, la cantinela estúpida, por racista y xenófoba, del "muerte al moro" (o la más light del "moro pa tu puta casa"), camuflada bajo la políticamente más correcta -y american-friendly- "guerra al terror". Por otro lado, el sindiós de propuesta cobarde y colaboracionista de la llamada "alianza de civilizaciones". Si bien esta última llama a un mayor conocimiento del mundo musulmán, lo cierto es que, en la práctica, supone la capitulación (con réditos económicos, eso siempre) ante regímenes intolerables como el iraní.

Las dos líneas oficiales de pensamiento hispano -y occidental para el caso- se basan en una ceguera, intencionada o no, de lo que es la religión musulmana o la situación actual del mundo árabe y de Oriente Medio. Esto hace que los autodenominados hombres de izquierdas se hipersensibilicen remilgadamente ante cualquier posibilidad de ofensa cultural, mientras que las derechas ofenden simplemente, desde la ignorancia o el desprecio; los unos aliándose con los líderes más abyectos, los otros repartiendo mandoble sin mirar a quién.

Massud2 Encontrar al moro bueno, o al Islam moderado de Carbonero, podría conseguir que los unos supieran ante quién mostrar su sensibilidad ¡y ante quién mostrar el cuchillo!, y que los otros... en fin, no tengo mucha confianza en esos otros de insulto rápido y gatillo fácil, aunque para ser sinceros tampoco me fío un pelo de la izquierda melindrosa y victimista (pero vaya, yo es que entre los proselitistas no comulgo ni con los ateos).

¿Dónde está pues el moro bueno? La verdad es que está ahí, aquí y allí, acojonao, vapuleao, silenciado por moros y cristianos, por hipersensibles y por asesinos. El ayatolá Borojerdi es unos de ellos.

El Ayatolá Borojerdi, un "moro bueno"

Este es un curita chií, de los de turbante, hostigado y amenazado de muerte en Irán por predicar desde su púlpito que la Velayate Fiqah de Joemini no es una norma musulmana. Esta norma es la que sitúa al líder religioso como líder político absoluto y que Jomeini declaró para zancadillear al ayatolá Montazeri (hoy nonagenario y aún en arresto domiciliario por oponerse a la misma) y así hacerse con el control del país persa tras el derrocamiento del Shah.

El caso es que Borojerdi se ha hecho famosillo por escribirle una carta abierta al Papa de Roma, denunciando los crímenes y barbaridades que se sufren a diario bajo el régimen iraní y las agresiones y amenazas que ha recibido personalmente por predicar la separación de religión y estado desde su púlpito. Pero hablar en Irán se paga caro y así es que se oyen pocas voces disidentes y sabemos de pocos "moros buenos" por aquellos lares. En cualquier caso, lo tiene jodido el bueno de Borojerdi; el régimen iraní lleva torturando y matando voces discordantes desde hace años, al tiempo que extiende, en nombre del chiísmo, su particular anti-occidentalismo (a lo que occidente responde bien atacando a los chiíes, o incluso a todos los musulmanes, o bien aceptando este tipo de regímenes por exóticos o culturalmente diversos).

Permitidme una nota en relación a la separación de religión y estado. Si bien es cierto que muchos musulmanes abogan por la existencia de estados islámicos, lo que defienden sin embargo no tiene nada que ver con el régimen iraní y sí se parece en cambio a la situación actual de la Iglesia Católica en España. Hoy, en España, un 0.7% de nuestros impuestos se destina directamente a la Iglesia Católica (lo que se enfrenta a un porcentaje más de cien veces inferior que se dona a las religiones musulmana, protestante y judía, quienes reciben la cláusula adicional de no poder dedicar esos fondos a pagar los salarios de clérigos o actividades de culto -lo que en cualquier caso parece el tipo de ayuda estatal adecuado en un país "laico" como el nuestro). Atendiendo a la información de elpais.es "además de esta asignación tributaria, el Estado financia cada año con más de 3.000 millones según el propio Ejecutivo (el doble si se hace caso a cálculos independientes), gran parte de las actividades de la Iglesia romana en educación, sanidad, asistencia social, más los salarios del profesorado de catolicismo -15.000 docentes- y los del millar de capellanes hospitalarios, penitenciarios o castrenses (sí, la sanidad española destina parte de su presupuesto a pagar el salario de los capellanes que rondan los hospitales). Diferentes administraciones públicas, sobre todo autonómicas, aportan además, cada año, decenas de millones de euros para la conservación del ingente patrimonio inmobiliario eclesiástico".

Md1 Ahmed Shah Masud, un "moro bueno"

En fin. En un contexto parecido al español es con el que soñaba el comandante Ahmed Shah Masud cuando defendía la República Islámica de Afganistán.

Masud era un tipo atractivo, carismático, musulmán de cuarentaypico, religioso pero no predicador, héroe de la guerra contra los soviéticos en Afganistán; un muyaidín como los que salen en cualquier peli de Rambo.

Después de vencer a los rusos tuvieron que luchar contra el régimen comunista impuesto tras los acuerdos soviético-estadounidenses. En 1992, los muyaidines logran finalmente el poder en Afganistán y nombran un gobierno provisional, Md2 bautizan de Estado Islámico a su país y, sorpresa, deciden democratizar la nación.

Pero apenas tienen tiempo.

Sus intentos de articular una verdadera república, protegiendo las libertades individuales y mejorando la situación de la mujer (derecho a voto, acceso al mercado laboral) se ven confrontados con la pronta invasión talibán.

Los talibanes son una banda; puritanos fanáticos entrenados, financiados, armados y tutelados por Pakistán y Estados Unidos (John Burns: “habrá oleoductos, un emir, ningún parlamento y mucha Shari’a. Podemos aceptar todo eso”). Parece una conspiranoia, pero no los es. Los intereses comerciales norteamericanos se verían mermados ante naciones modernizadas, democráticas y exigentes en derechos, motivo por el cual se trunca la modernización de Irán, en los años 70, permitiendo la eliminación del Sha y facilitando el acceso, no a los comunistas, claro, sino a los islamistas radicales de Jomeini. Y motivo por el cual, el Afganistán democrático que Ahmed Sha Masud podría ayudar a desarrollar, debe ser eliminado.

BurkaAl inicio de la confrontación entre el gobierno provisional afgano y los talibanes, los medios de comunicación occidentales no dejaban nada claro quienes eran los "buenos", a pesar de que unos defendían un gobierno democrático y los otros pretendían un golpe de estado. Pero los talibanes se desmarcaron rápidamente con sus brutales tropelías, incluyendo el encarcelamiento de las mujeres bajo los infames burkas. Fueron los burkas, y no la sangre, lo que consiguió despertar a la adormilada opinión pública americana, obligando finalmente al gobierno estadounidense a condenar a los talibanes. Lo cierto, sin embargo, es que más allá de la condena verbal, Estados Unidos evitó cualquier acción en la guerra de Afganistán y permitió, de facto, que Pakistán, aliado de EEUU, continuase con su invasión del país mediante la financiación de los talibanes.

El comandante Masud vuelve a las armas. Repetirá una y mil veces que los talibanes no son musulmanes sino bestias, que Pakistán es el verdadero instigador de esta locura, que Osama bin Laden (sí, el mismísimo Osama) ha invertido una fortuna para pagar mercenarios y hacerse con el control del país (con el control del narcotráfico del país, se entiende) y que la inacción de Estados Unidos (y de Europa) es una inmoralidad y atenta contra los propios intereses occidentales.

Md3Pero no fue escuchado. En sus últimas entrevistas (2000 y 2001) repetía una y otra vez que la solución al problema afgano no era militar sino política (1); rogaba a los Estados Unidos para que presionasen a Pakistán, cuyos soldados, aliados con los mercenarios de Osama, eran los que realmente controlaban el país; aseguraba que no deseaba recibir armas o munición a pesar de estar manteniendo una batalla tras otra y que la presión sobre Pakistán era mucho más importante que la entrega de armas a sus propios hombres (2).

De no haber sido asesinado dos días antes de los atentados contra las torres gemelas, Estados Unidos habría tenido que reconocer a Masud como aliado; el comandante al que habían abandonado tras la retirada soviética; el comandante que no quería armas americanas y que acusaba a la gran potencia de haber olvidado su responsabilidad moral sobre la gente de Afganistán (3).

Chica_afganistan_national_geo Masud era un musulmán que deseaba un Afganistán Islámico y que, al mismo tiempo, defendía la Democracia como forma política y la libertad como objetivo individual; un tipo que en las tierras sobre las que mantuvo el control facilitó la formación de estructuras políticas modernas, como las Suras, repartiendo el poder político de las pequeñas comunidades entre grupos de dirigentes electos, y que mejoró la condición de la mujer, social y laboralmente, sin contradicción religiosa alguna.

Masud era un tipo que sin duda no encajaba en la actual simplificación de islamista en fanático. Una simplificación que permite continuar, con el apoyo de buena parte de la opinión pública, esta absurda “guerra contra el terror” -que lo único que ha conseguido es aumentar el miedo y el horror a este y al otro lado de la fortaleza occidental.

Vaya, cómo me enrollo. Y ni siquiera he mencionado a Abdul Gaffar Khan, el vejete simpático que aparece en una de las primeras fotos de este artículo, otro "moro bueno"...

En fin, respondiendo a mi amigo Carbonero, sí, claro que hay "moros buenos", por todas partes, en todos los países, incluso aquí, en España. Salen, a veces, en la Dos, no en las noticias de la Uno. Y cuando los vemos, nuestros propios prejuicios transforman al personaje, un tipo peligroso en el fondo, seguro, que alberga un deseo absurdo de reconquista del suelo ibérico y un odio callado hacia todo lo occidental...

 

Chema Nieto

 

* Leer comentarios de esta entrada para información histórica en relación a Afganistán, desde la invasión Rusa hasta la llegada de EEUU, y su relación con los talibanes, Masud y sus muyaidines.

fotos recogidas de la web SIN consentimiento explícito


Ciento y Pico

Markinos y Anaguti, creo que para celebrar los tres meses del Guille, aunque cualquiera imagina las pulsiones que dora la progenitura, acaban de hacer una selección con las "Ciento y Pico Mejores Fotos del Peque". Si, si... las ciento y pico mejores.

Uno que es melancólico se acuerda de la foto del abuelo, vestido de militar y con cara de guaje; la foto manida de tanto visitarla, en el papel o en la memoria. Pero qué carajo, el exceso es cosa de los tiempos, o de la furunculosis anímica que decía Girondo, aunque el poeta era políglota, que ya es exageración, y tartamudo confeso, por parte de padre, creo, aquel vasco que en Buenos Aires le puso Oliverio por nombre a su hijo, por lo de la paloma y Noé y la hoja de olivo, simbolizando el fin de sus desdichas, de las del padre, claro; supercherías de viejo que quería olvidar su caserón perdido y los zumbidos de la otra guerra y condenó a su retoño a portar el pacifismo en el carné de identidad, para toda la vida, y así fue que luego vinieron las erupciones y la hipocondría y la literatura surrealista, o cómico-surrealista, o pateticómica, o girondina a secas, del niño-símbolo que resultó escritor y antropófago y sublimador esporádico pero tenaz, y argentino para más inri, y tranviero, y travesero también.

La irresponsabilidad de los criadores es hija de la impredecibilidad, inevitable, sin duda, que es la madre de toda inocencia, y es así, cándidos nosotros, que encontramos en Oliverio la razón y la excusa para sumarnos al rimero de Markinos y Anaguti con esta pose, soberbia, de su Guille: con esta serán las “Ciento y Pico Más Una Mejores Fotos del Peque”.

Guillecien De nada.


Patarroyo. La guerra de las vacunas contra la malaria

25 de Abril: Día Internacional Contra la Malaria

Pedro Alonso acaba de ser noticia al anunciar sus resultados positivos con la vacuna RTSS en Mozambique. Aunque mencionar a Patarroyo suponga para muchos desempolvar historias olvidadas, quiero hacer un poco de resumen siquiera para poner en contexto las recientes noticias y aprovechando el Día Internacional Contra la Malaria, que para algo debería servir...

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La vacuna contra la Malaria de Patarroyo, en Contexto

En 1986 Patarroyo desarrolla la vacuna SPf66 contra la Malaria.

Tras los resultados positivos en América del Sur, que apuntan a la posible efectividad de la SPf66, Ripley Ballou (ver más abajo) obtiene resultados negativos con una vacuna (similar aunque no idéntica) en Tailandia, en 1996, y recomienda sin más el cese de la investigación con la SPf66.

Pedro Alonso, que por aquel entonces se encontraba probando la SPf66 de Patarroyo en Tanzania, y con la que había conseguido resultados positivos, aunque modestos (protección del 30%), recomienda prudencia a R. Ballou ante sus comentarios excesivamente agresivos y no fácilmente justificables contra la vacuna de Patarroyo, que en cualquier caso mostraba mejores resultados que ninguna otra vacuna probada anteriormente.

Ripley Ballou trabajaba desde los años ochenta para el Walter Reed Army Institute of Research (laboratorio del ejército norteamericano que desarrolla diversos proyectos con la intención de proteger a sus soldados), donde había ayudado a crear la vacuna RTSS (1987).

Patarroyo, tras negarse a vender la vacuna SPf66 a ninguna compañía farmacéutica y tras donar los derechos de la patente a la OMS -aunque con condiciones, como que se estableciera un centro de producción de la vacuna en Colombia-, sufre una campaña de descrédito que consigue suspender la investigación internacional de la SPf66 y termina con el embargo del Hospital San Juan de Dios donde trabajaba. (entrevista 2001)

Pedro Alonso (ver entrevista), financiado ahora por la Fundación Bill Gates, obtiene finalmente resultados positivos en Mozambique... con la vacuna RTSS -cuya patente es propiedad de GlaxoSmithKline, donde (casualidad) Ripley Ballou trabaja desde 2003 como Vicepresidente de Enfermedades Emergentes.

Patarroyo sigue trabajando en la actualidad en el desarrollo de diversas vacunas desde la Fundación Instituto de Inmunología de Caracas.

(ver Patarroyo cuestiona a Alonso, nov-2004 y Visita a la UNAM, marzo-2006)

(ver también: Malaria: el Enemigo que pudo haber sido Derrotado)


De Terrorismo y Terroristas

El terrorismo es básicamente el ejercicio del poder a través del terror, de la intimidación, de la violencia. Tengo un amigo al que un día, sentado en un bar de San Sebastián, se le acercó un tipo al que conocía del barrio, de cuando eran críos, y tras un escueto saludo le espetó que a su padre lo iban a matar; "Como siga por ahí nos lo cargamos". Y nos preguntamos si la Kale es terrorismo o no...

Ahora bien, existen distinciones; a los que ejercen el poder a través del terror, a los terroristas, los podemos clasificar según dos tipos fundamentales, esto es, los 'hijoputas' y los 'ingenuos'. El del ejemplo es un 'hijoputa', alguien que utiliza la intimidación y la violencia para ejercer poder sobre otros sin otro beneficio que el personal. El 'ingenuo' en cambio es aquel que sinceramente piensa que a través de la intimidación puede conseguirse un beneficio político; desde Pinochet, que pensaba que asesinando 'barbudos' conseguiría orden y estabilidad, a los batasunos, que creen que aterrorizando a la gente conseguirán un país libre, no es difícil encontrar ejemplos de terroristas ingenuos. Me dirán que están mezclados hijoputas e ingenuos y que nunca se es lo uno sin ser un poco de lo otro, y probablemente lleven razón.

Claro que hay otras formas de ejercer el poder a través del terror. Pirandello hablaba de la democracia como "la tiranía disfrazada de libertad"; "Cuando son muchos los que gobiernan" -decía hace más de cien años por boca de Matías Pascal- "sólo piensan en contentarse a sí mismos, lo que da lugar a la más odiosa y estúpida de las tiranías". Y lo cierto es que hoy nuestra democracia, tirana o no, se sostiene a través del miedo; tal vez no por la violencia explícita de las tiranías al uso, pero sí mediante la sutil intimidación de un sinnúmero de miedos.

Nos asusta por ejemplo perder el trabajo, que es nuestro pan y nuestra casa, y nos agarramos a él por muy esclavo que sea. Nos asustan las noticias que nos recuerdan con insistencia lo difícil que está el trabajo acá y la de muertos que hay por allá, mientras nos regalan el sueño de convertirnos en millonarios por un golpe de suerte o en cantantes mediocres pero famosos. Y así soñamos tonterías mientras nos asustamos por la llegada de inmigrantes que nos vienen a robar el trabajo, la suerte y los sueños. Y nos asustan también los americanos, los gitanos, el colesterol, los jóvenes o los pensionistas; nos asustan los médicos y los abogados (estos quizá con motivo), los cigarrillos, los policías y los rumanos. Nos asustan los moros y los maricones, locos peligrosos y enfermos contagiosos que ahora encima pretenden poder adoptar -no sé si los moros o los maricones, pero qué más da... ¡Vaya miedo!

Y así un día a algún asustado se le cruza el cable, agarra una pistola y se lía a pegar tiros; el 'hijoputa' porque sí, porque así se siente mejor el infeliz, y el 'ingenuo' porque quiere cambiar el mundo, pobre gilipollas, que no sabe que a la estupidez sólo le crecen polvo y miseria.

Lo malo es que tú y yo somos responsables de todo esto, de asustarlos y de asustarnos; somos responsables de ejercer la tiranía que imponen nuestros propios temores. Y es que como no consigamos liberarnos de nuestros patéticos miedos seguiremos igual, tú y yo, ejerciendo de terroristas, sí, como los otros, de hijoputas o de ingenuos, aunque sin pistolas.


Espirales

Elisa Robles, para bongobundos.blogs.com :

"Decidir si la civilación neolítica de Malta fue más o menos avanzada que sus contemporáneas es todavía un reto para los expertos.

Las espirales perfectas, idénticas, talladas en los monolitos de los templos de Tarxien o de Hal Saflieni, indican una precisión escultórica muy superior a otras. Sin embargo, mientras la diversidad pictórica de otros lugares abarcaba desde escenas de caza a dibujos animales o representaciones humanas, en Malta repetían incansables, atrapados en algun círculo vicioso, monocromas espirales color ocre en templos y catacumbas.

No es la primera vez que pienso que vivimos trazando espirales. A menudo nuestros actos, nuestras decisiones, nuestros pensamientos y hasta nuestras casualidades dibujan amplios círculos que se estrechan paulatinamente llevándonos a un centro que no siempre habíamos planeado con anterioridad.

Desconozco si la conciencia neolítica era capaz de intuir todo esto. Pero puede que ellos, al igual que yo ahora, hayan sentido el resonante latido de la tierra en estas islas. Y es que en Malta la gravedad tiene un valor superior a cualquier otro punto del planeta (ignoro si existen estudios serios sobre este dato, pero es tan cierto como que estoy sentada en el bar 'London' de Sliema con la segunda cerveza).

La piedra aquí es más pesada, y el agua más densa, y tienes la sensación de que el corazón y las tripas se te aprietan buscando el centro. Así, a la cabeza no le queda más remedio que mirar adentro recorriendo una y otra vez todas las espirales de tu vida.

Y poco a poco los anillos dejan caer lo superfluo, lo vano, y sólo queda la esencia, lo realmente importante. Es por esto que la parte de Malta no puede ser contada como el resto del viaje, porque las excursiones, las anécdotas, los rincones se diluyen en dos semanas (muy duras) de revolver en las tripas buscando el centro.

Aún así no hay moraleja, no hay verdades universales que regalar al mundo, no hay elixir secreto de la felicidad. Tan solo algo que este viaje convierte en certeza; que nada es imposible, que la cobardía no tiene excusas, y que conformarse es convertir la vida en un círculo aburrido y anodino sin mucho sentido.

No sé por qué, pero creo que los neolíticos sabían la hostia."


Margarito, Malta y el Halcón

A Modo de Epílogo (Notas al cuento On Postmodernism, publicado en The Bongobundos)

Costa_pirata

Margarito de Brindisi, un olvidado pirata genovés, se convirtió en Conde de la Isla de Malta por gracia del Papa Clemente III en el año 1.190, transformando el lugar en refugio de corsarios y haciéndose conocer y odiar por sus numerosas bravatas y excesos. A pesar de todo nunca conseguiría deshacerse de su ridículo nombre, lo cual constituyó sin duda la más grande tragedia personal de Margarito.

Existen diversas teorías que afirman que los nombres ejercen una influencia especial sobre el objeto nombrado, sea éste utensilio manufacturado, hallazgo, accidente geográfico, idea, esperanza o persona. En el caso de Margarito no cabe duda de que la Historia ha preferido olvidarlo, entre otros motivos, por lo grotesco que resulta un pirata feroz con un nombre tan floral. Tal vez el propio Margarito haya tratado de compensar con la piratería el peso de ese nombre injusto, desproporcionado, bufo, luchando así contra el destino que pretendieron fijarle en la cuna.

Sin embargo no trato de excusarlo. Maalouf escribe: "(...) pero la compasión se transforma a veces en complacencia. Aquellos que han sufrido la arrogancia del colonialismo, del racismo y de la xenofobia son perdonados por excesos que ellos mismos cometen por propia arrogancia nacionalista, por su racismo y xenofobia".

Efectivamente Margarito se torna pirata injusto, desproporcionado y bufo, convirtiéndose en el enemigo, en el destino mismo contra el que trataba de luchar. El visionario Nietzsche advirtió en su día que "luchando contra dragones debe cuidarse de no terminar convertido en dragón uno mismo". Tal vez Nietzsche escuchó siquiera casualmente el nombre del pirata, descubriendo en su germanismo natal similares o paralelos nexos jocosos.

Las islas maltesas que Margarito poseyó durante un tiempo son también muestra del efecto que produce un nombre sobre el objeto nombrado. Hace casi tres mil años, cuando los fenicios llegaron a Malta, es probable que las islas se conociesen con el nombre de Fggaar, sonido que posee ciertas cualidades relacionadas con el viento y que nos retrotrae a tiempos sangrientos, bárbaros, poco civilizados. Por motivos obvios (aunque incapaces de prever las consecuencias) los fenicios consideraron necesario rebautizar las islas y así las nombraron Malet, que significa Refugio.

De entre todas las posibles connotaciones de este nombre las islas no pudieron escoger; así se convirtieron en abrigo, protección, defensa, albergue, asilo; pero también en madriguera o guarida, escondite, retiro y hogar, agujero, presidio, recepto. El nombre, ambiguo, contradictorio, terminó por prostituir las islas que terminaron siendo refugio de cartagineses, romanos, bizantinos, árabes, cristianos, piratas, templarios, italianos, masones, napoleónicos, ingleses, independentistas, alemanes, globalizadores, granjeros, jipis...

Halcon_lanario

Un último ejemplo; Dashiell Hammett eligió el nombre de Halcón Maltés (basándose en los halcones peregrinos, famosos en la isla desde que los Caballeros de Malta los entrenasen) para urdir una historia, inventando una joya que los templarios habrían entregado a Carlos V en 1.530. Tal vez fuese tan solo casualidad que la novela se tornase guión y este película de éxito. Lo cierto es que a raíz del film se produjo en Malta una caza indiscriminada de halcones peregrinos que terminaron por desaparecer pocos años después; Dashiell Hammett escogió un nombre para una novela y, sin percatarse, inició la trama que asesinaría al objeto que había nombrado.

Los halcones peregrinos, la propia isla de Malta o Margarito de Brindisi; acosados todos ellos por un nombre que les fue impuesto o robado, hostigados por el aparente azar de las palabras, por un destino que germina a partir de signos, que se diluye en signos, que finaliza por ellos.

Aquellas teorías que afirman que los nombres ejercen una influencia especial sobre el objeto nombrado terminan por reconocer que el hombre es imprudente a la hora de nombrar, lo cual resulta evidente por lo prolijo de nuestra nominalización y por los frutos, cuando menos extravagantes, que produce.

chema nieto. Sliema, Malta, Febrero de 2005

foto de Zairus: (costa Tarragona) + foto de Marian (hera): (Halcón Lanario)