2 entradas con categoría "Plus-Mapas"

Cruces Celtas

Mapa_celta_2

Los Celtas son un pueblo fascinante del que apenas conservamos vestigios sobre los que especular. Se sabe que ocuparon toda la Europa interior y del norte, tiempo antes del Imperio Romano, formando castros o poblados que se extendían desde la cornisa cantábrica y las islas de Irlanda y Británicas hasta tierras polacas y rusas por el este.

Belatucadros

A pesar de mantener una tradición básicamente oral –a través de bardos y primitivos druidas- sorprende la coherencia de los restos monumentales y de orfebrería así como de la mitología celta tanto en una como en la otra punta de Europa. Los Celtas eran animistas; veneraban las fuerzas básicas de la naturaleza y su expresión, desde el trueno y el fuego a los bosques y ciertos árboles robustos, como el roble o el tejo. Sus dioses personifican los ideales celtas de fuerza, valor, humor y camaradería. Se conservan referencias al dios Dagda, gran guerrero y padre universal (“Ollathair”), portador del caldero y de la maza; el “hombre de los bosques”, un forzudo de las montañas, borrachín y sensual que se ablandaría posteriormente en contacto con los griegos, transformándose en el orgiástico Dionisos. El tirso, los cuernos o los seres del bosque que acompañan a Dionisos encuentran referencia aún en otra deidad celta, el Cerunnos, símbolo de fuerza y perennidad, portador del torques y emparentado con los símbolos solares de la serpiente.

 

También en la mitología Celta encontramos a Baltene (Belenus, Beleño, Beltaine), el “luminoso”, el “brillante”, oráculo y sanador, a quien se rendía homenaje con hogueras que señalaban el nacimiento de la estación cálida (primero de mayo, hogueras de Beltaine). La personificación de estas fiestas luminarias encuentra expresión en la mitología nórdica que llama Bálder a Baltene, convertido en el más bello entre los dioses, muerto al contacto con una hoja de muérdago; dice la tradición que su funeral es celebrado con una magnífica hoguera; el cuerpo de Bálder y su familia arden en su barco y con el fuego se celebra la promesa de su retorno y el advenimiento de una tierra curada.

Menhir_irlanda

Los Celtas adoraban la vida y consideraban la muerte como parte de un ciclo sin fin –de ahí buena parte de su consabido valor, ardor y alegría. Asociaban vida y muerte con el día y la noche y simbolizaban estas ideas fundamentales en la imagen del sol y de la luna, que en su cadencia rítmica señala equinoccio, solsticios, siembras y recogidas, días para casarse, para construir una casa, para cortar la madera.

 

Los celtas dividían las estaciones en dos mitades definidas, la oscura y la clara, la muerta y la viva, la fría y la calurosa; no como contrarias sino como complementarias, como dos caras necesarias de una misma moneda, y celebraban ambas con lo que cada una traía; tanto el día como la noche; el verano y el invierno; los héroes vivos y los valientes muertos.

[[ Las diferencias con la mitología cristiana y con la supuestamente originaria persa o indoeuropea son palpables precisamente en la no contraposición de dos mitades en lucha, que en el universo celta se complementan antes que enfrentarse. Los fabulosos misterios de Eleusis o la gnosis de los primeros cristianos, por no mencionar las filosofías orientales y amerindias, encuentran en esa complementación no enfrentada de dos mitades necesarias la fundamentación de un universo mitológico y psicológico pleno, valeroso, en absoluta comunión con la naturaleza, que se irá perdiendo con el tiempo en la medida en que la sofisticación de la conciencia individual y colectiva se desarrolla, en función precisamente de confrontaciones físicas y lógicas que permiten un desarrollo material, innecesario para el vitalismo celta (o para la espiritualidad oriental) ]]

Proleek4

Los primeros símbolos físicos que la mitología celta encuentra para señalar lugares mágicos desde donde rendir culto al sol y a la luna son grandes árboles localizados en claros del bosque; robles, tejos, incluso acebos. Sus sombras cuentan la historia del tiempo. A su alrededor los celtas festejan con hogueras, con música y con historias y canciones que sirven de memoria no escrita de sus héroes y sus hazañas. Por toda Europa surgirán menhires, enormes rocas verticales que semejan gruesos troncos, o incluso “puertas” a un templo repleto de cielo.

 

Estela_barros

Más tarde los menhires se estilizan, se coronan con un círculo adornado de símbolos, solares y lunares. Encontramos estelas en Cantabria que suponen círculos enormes de piedra con representaciones solares en una cara y lunares en la otra (“un universo de contrarios complementarios, como dos caras necesarias de una misma moneda”).

 

Chirho

[[ Los lugares mágicos señalados por los celtas seguirán siendo mágicos para los futuros cristianos, que lo serán sin dejar de ser celtas. Así no es extraño encontrar ermitas o iglesias construidas sobre antiguos dólmenes (por ejemplo la Capilla de la Santa Cruz en Cangas de Onís, Asturias) o flanqueando viejos robles o tejos, sin contradicción aparente. ]]

Cruz_celta_irlanda

 

 

Los primitivos cristianos de la Palestina se extienden con su sencillez y esperanza también por Europa. En el siglo IV DC el emperador Constantino cristianiza el Imperio Romano; rodea con hojas de laurel el nombre griego de Cristo e impone como símbolo cristiano el Chi-Rho. 

St_illtuds_church_gales_3

Poco después las aspas del Chi-Rho se tornan cruz y la cruz se torna símbolo de la victoria de Cristo, hasta nuestros días.

 

 

  

Muiredach_cruz_3

La inocencia de los primeros misioneros cristianos encuentra eco en la gnosis celta que comprende al héroe Cristo como si fuera él mismo celta; la cruz cobra sentido pleno integrado en sus estelas; el Cristo en la cruz es luz y sombra, es sol y es luna. Aparecen así las primeras cruces celtas que estos bárbaros alegres, forzudos e increíblemente sensibles embellecen con sus espirales y serpientes, con sus símbolos de perennidad, de fuerza y de fuego. Perfilan a un Cristo heroico, victorioso, en contra de la costumbre de los cristianos de la Europa del sur de representar a Cristo crucificado agonizando. Para los celtas la cruz representa la luna y el círculo es el sol; su conjunción -en las llamadas cruces celtas- culmina la comunión de dos contrarios que ya no se sitúan a uno y otro lado de una estela sino que aparecen como Uno, un símbolo pleno. Así su Cristo es victorioso; su entrega voluntaria; la crucifixión, nacimiento. Sus cruces, las cruces celtas, no son pues bellas por casualidad; son celebración absoluta de la muerte y nacimiento del más grande héroe celta.

 

Vikingos_romanos_de_muiderach

[[ Tal es la asimilación de Cristo como héroe Celta que encontramos cruces (como la Cruz de Muiderach, en Irlanda) en donde los romanos que prenden a Cristo aparecen representados con características claramente vikingas ]]

 

Monasterboice_3

Las Cruces Celtas suponen así símbolos inequívocamente cristianos y al mismo tiempo inequívocamente celtas; una comunión que, al menos hasta el siglo X de nuestra era, no supone contradicción alguna.
Chema Nieto

 

Ver imágenes / fotos de Cruces Celtas:

 

 

 

 

Cruces Celtas en Café Irlandés

 

Algunas Referencias Web:

The Megalithic Portal, Mythical Ireland, Celtic Cross, Orkney, Mundo Historia, deviajes.net

Biblio Inevitable: La Rama Dorada, de Sir J. G. Frazer

Entradas Relacionadas: Los Druidas (en Bongobundos)


La Palestina: de Balfour a Israel

Palestinemap

(Surgimiento / Creación del Estado de Israel)

"(...) nada se hará que pueda perjudicar los derechos civiles y religiosos de las comunidades no judías presentes en Palestina"

Estas líneas pertenecen a la declaración de Balfour, de 1917, donde los británicos ofrecen la tierra de Palestina para la creación de un hogar nacional judío. En palabras de Koestler, la declaración es un documento fascinante por cuanto que un país ofrece a otro -en este caso al pueblo judío- la tierra de un tercero.

Pero a finales de la primera guerra mundial, la Europa de Francia e Inglaterra constituye el centro del mundo. Tanto así que Francia e Inglaterra no tienen reparos en repartirse civilizadamente los territorios conquistados al imperio otomano y la zona conocida como Oriente Próximo (entre otros Turquía, Siria, Líbano, Jordania, Iraq, Kuwait, norte de Arabia Saudí y la tierra Palestina). Incluso sus términos son eurocentristas; el oriente próximo es oriente y próximo sólo desde el punto de vista europeo.  Sykes

En cualquier caso, la primera guerra mundial señalará la cristalización de un sentimiento pan-arabista que conseguirá unir a los árabes bajo una misma bandera en su lucha contra los turcos. El inglés Lawrence de Arabia jugó un papel capital en la unificación de los árabes que a su vez supusieron una baza fundamental en la guerra contra los imperios otomano y austro-húngaro.

Tras la guerra, sin embargo, los árabes fueron olvidados, sus tierras repartidas entre Francia e Inglaterra -y en menor medida Rusia e Italia. Palestina se convirtió en colonia inglesa y la inmigración de judíos entre los años 20 y 40 hizo que su presencia allí pasase de un 1% inicial a un 30% a comienzos de la segunda guerra mundial.

Desde el comienzo del mandato inglés en la región palestina las tensiones se tradujeron con frecuencia en enfrentamientos violentos, creciendo con fuerza el deseo de independencia de los árabes con respecto a los ingleses por un lado, y haciéndose cada vez más virulento el rechazo árabe ante la masiva inmigración judía a la zona.

PalestinaplanparticinTras la segunda guerra mundial las Naciones Unidas decidieron un reparto de la zona al oeste del río Jordán entre árabes y judíos que los árabes consideraron inaceptable y que los judíos aprovecharon para declarar la independencia del estado de Israel (1948). 

Egipto, Siria, Jordania, Líbano e Iraq atacan entonces a Israel firmando finalmente armisticios y aceptando tácitamente la existencia de Israel como estado al ser derrotados por este. De las tierras palestinas sólo la franja de Gaza, al sur, y la Cisjordania (el inglés West Bank) quedarán fuera de control Israelí, bajo mandato egipcio y jordano respectivamente.

En 1967 Israel realiza un ataque preventivo contra Egipto y Jordania en la queOriente_medio se conocerá como la guerra de los seis días, haciéndose con el control de Gaza y Cisjordania así como de la península de Sinaí y los altos del Golán (Siria). Los ejércitos de Egipto, Jordania, Siria y Líbano -con el apoyo de Iraq y Argelia entre otros- son de nuevo derrotados.

Salvo por la devolución de las tierras del Sinaí a Egipto en 1978, el mapa de Israel no ha variado desde entonces.

----------

Los árabes han visto frustrados todos sus intentos legales de deslegitimar la colonización judía de Palestina y su instauración como estado. Esta frustración constante, unida a las catástrofes militares de 1948 y 1967, han hecho que la población palestina sólo tenga por buena la opción de aceptar el estado de Israel como tal y hacerse con el control de las tierras dispuestas para ellos en Gaza y Cisjordania.

Sin embargo, desde los años sesenta Israel no sólo tiene el control militar de las zonas estrictamente palestinas sino que las han colonizado paulatinamente, convirtiendo la región en prácticamente inhabitable para los palestinos (check points, control del agua, arbitrariedad policial y un larguísimo etcétera).

No obstante, desde hace unos años Israel ha decidido comenzar la retirada de las colonias judías -incluso por la fuerza- de Gaza y Cisjordania, abriendo la posibilidad de un mandato real de las mismas por los propios palestinos. Las recientes elecciones en territorio palestino debieran haber marcado el comienzo del fin del problema territorial palestino pero Estados Unidos e Israel han decidido no reconocer a los dirigentes de Hamás, ganadores en el último proceso electoral, como válidos; para ellos, para EEUU e Israel, a pesar de lo que digan las urnas, Hamás es una organización terrorista.

Que la razón parece estar siempre del lado de los palestinos es algo que pocos pueden poner en duda y, sin embargo, la utilización precisamente del terrorismo casi ha conseguido deslegitimar las reivindicaciones del pueblo palestino.

 

Chema Nieto