La vida es un regalo.
Y no es que me mole romperme los huesos, pero pa celebrarlo, en cuanto deje de caminar a tres patas y recupere las dos piernas, ¡me regalo el carnet de burra!
Y vaya, por hacer boca, he estado chapando el tema y definitivamente me gustan las custom, y creo que con una cuarto de litro voy chutao. Por ahora las que se llevan la palma son la Venox 250 y la Daytona 350. Pero acepto sugerencias.
Y no, simpaticotes, de verdad que pa montarse en una de estas no hace falta ni el casco nazi, ni la barriga cervecera, ni el brazo lleno tatus. El tema de la contaminación medioambiental lo hablamos otro día.
Y sí, ya sé que el orden natural es pillarse primero la moto y romperse la pierna después. Yo ya tengo la segunda mitad cubierta, así que, brrrrrrmmmmm, brrrrrmmmmmmmm!!!