A estas alturas me he tragado cientos de páginas conspiranoicas sobre el tema, aburridas y repetitivas en su mayor parte. Y sin embargo, tanto el artículo del profesor Steven E. Jones, del departamento de física de la Brighan Young University, los apuntes del profesor de filosofía de la religión y teología, David Ray Griffin (aunque no encuentro forma de corroborarlos), como el más que interesante vídeo 911 Mysteries de "Smallstorm", han conseguido estimular mi curiosidad.
¿Sabías que un tercer rascacielos se desplomó horas después de caer las torres gemelas? Era un rascacielos "pequeño", de apenas 47 plantas, que albergaba, además de a varias entidades financieras, las oficinas del New York City Office of Emergency Management (Ministerio de Nueva York para el Control de Emergencias), oficinas del Departamento de Defensa, de la Central de Inteligencia (CIA), del US Secret Service (Servicio Secreto) y de la Securities and Exchange Commission (que entre otros, perdió los documentos que guardaba sobre las aparentes irregularidades de la compañía eléctrica Enron: entre mayo de 2000 y mayo de 2001 se afirmaba que Enron podía haber cobrado entre 6 y 7 mil millones de dólares de más, sólo en California. En diciembre de 2001, abruptamente, la empresa se declara en quiebra). Este tercer rascacielos (conocido como el WTC-7) desapareció literalmente, igual que las torres gemelas.