Advertencia: El presente texto puede herir ciertas sensibilidades. Ruego no siga leyendo caso de presentar convicciones religiosas dubitantes o ser hipersensible a la hora de confrontar lenguaje explícito.
No sé si mi hermano es una fuente fiable en relación a la Iglesia Católica pero me asegura desde Argentina que el Papa ha dictaminado que las felaciones no son admisibles. Da igual que estés casado; las mamaditas son oficialmente pecado.
Aunque me queda la duda, ¿los besos están permitidos? ¿Y un besito con lengua? ¿Entonces chuperretear un…? Pero en fin, yo lo que no me imagino es al Ratzinger tratando de dilucidar lo que piensa Dios al respecto; “Ilumíname Altísimo, ¿es adecuado comerle el miembro al marido? No, no, claro, en qué estaría yo pensando. Señor ¿y agarrar una nalga durante el acto? Oh, espera, espera, ¿y morder una teta? ¿Acaso no las diseñaste –magníficamente por cierto – para amamantar al neonato?”.
Claro que en ese momento es cuando le surgen al Papa dudas teológicas graves: “Pero entonces, oh Señor, ¿para qué porras le plantaste un par de pezones a Adán en el pecho?”. Y así, de un plumazo, a la papelera con el creacionismo; un par de pezones acaban con la teoría del ‘diseño inteligente’. No, mejor dejar de lado el tema de las tetas y ceñirnos al falo que siempre está de moda.
Ahora además con tanta mariconada y tanto homosexual suelto que cree en el matrimonio la Iglesia parece querer dejar las cosas bien claritas. Es por eso que –según me informan otras fuentes– un párroco se ha negado a casar a un parapléjico; por ser impotente y no poder procrear. “¿¡ Además para qué quiere casarse este si no se le levanta!?” –dicen que preguntó el cura– “¡¡No pretenderá que su mujer se la chupe!!”. Menos mal que el Papa ya ha dejado claro el tema.
Imágenes de enuncabaretambulante.blogspot.com
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