*** La gente de Irán necesita, hoy más que nunca, que nosotros, desde Europa, lancemos un mensaje alto y claro: apoyamos a los iraníes que defienden los derechos humanos y proponen un cambio político democrático en su país y nos comprometemos a no secundar ninguna medida contraria a sus intereses.
Así pues la guerra no es una opción. Tampoco lo es la colaboración en forma alguna con el actual régimen iraní. Así como Olof Palme declaró a principios de los setenta la necesidad de un cambio político radical en España que permitiese la instauración de una verdadera democracia, Europa -y España- deben hoy declarar abiertamente la necesidad de un cambio político en Irán que garantice el respeto por los derechos humanos.
Pero me da vergüenza mencionar la necesidad de una apertura democrática en Irán cuando España sufre hoy las consecuencias de nuestra inmadurez democrática. Pedro J. y Luis María Ansón se vanagloriaban hace bien poco de haber contribuido activamente a la debacle política de Felipe González mediante una campaña de descrédito diario que sirvió para crispar a una opinión pública que, finalmente, "comprendió" que no existía otra opción sino permitir que el Partido Popular se hiciera con el poder. Por justificado que pueda parecer el fin -esto es, la alternancia política en el gobierno-, los medios utilizados no lo son; suponen en esencia saturar y confundir a la opinión pública. Hoy vivimos una situación similar en la que actuaciones irresponsables como convertir el terrorismo de ETA en arma política no sólo son amparadas sino alentadas por los medios en una campaña de delaciones, escándalo y confusión que en absoluto facilitan un análisis veraz de los conflictos que exponen.
Personalmente defenderé siempre la libertad de expresión, incluso ante este tipo de campañas de desinformación global por parte de las dos principales corrientes político-periodísticas del país. Cosa distinta es discutir su adecuación, su validez en cuanto trabajo periodístico o incluso la dudosa ética de sus intenciones. El éxito no obstante de estas campañas muestra claramente lo ingenuo de mi postura; la libertad de expresión debe ir acompañada de capacidad crítica por parte de quien escucha. De no existir esta capacidad la libertad de expresión se convierte en soflama, propaganda, cebo. Una chica de unos veintitantos salía ayer por la televisión exponiendo lo grave que le parecía que el gobierno liberara tras dieciocho años de cárcel a un asesino múltiple. La vehemencia de su exposición no debe ocultar lo equivocado de su discurso. Un discurso en cualquier caso dictado por la mitad de la prensa nacional. La otra mitad, tal vez más silenciosa, repite aquello de los motivos humanitarios, con convicción probablemente, aunque sin aparente consciencia de contradicción.
La necesidad de adecuar nuestro sistema legal a nuestro concepto de justicia -compartido sin duda por ambas mitades políticas- es relegado a la indiferencia ante la visceralidad de dos opciones radicalizadas y, lo que es peor, desinformadas. Resultaría necio tratar de solicitar a los medios de comunicación información veraz e imparcial, especialmente en este ambiente de "conmigo o contra mi". Sin embargo parece necesario recordar que España, al contrario que Irán, es una democracia. El uso que hacemos de ella, para crispar, confundir y enfrentar o para regular y corregir, es una responsabilidad individual. Como lo es el uso que hacemos de las manifestaciones de los medios de comunicación.
Decía que es preciso que Europa declare abiertamente que apoyamos una transformación democrática en Irán, de manera que los iraníes que defienden dicho cambio se sientan amparados a la hora de confrontarlo. Tal vez sea necesario también que Europa exprese con claridad la necesidad de retorno del sentido común y de la posibilidad de discrepancia pacífica en España.
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pd. La hoguera comienza en Villaconejos. Los muy cretinos, que ahora gritan 'Fuenteovejuna' para escarnio de Lope de Vega, quemaron la casa de El Calvo cuando este se hallaba fuera (¡en la cárcel!), haciendo huir, eso si, a su mujer y a los ancianos padres de esta -nos informan que los energúmenos consiguieron cargarse a un pajarillo que resultó calcinado en su jaula. Historia tragicómica y muestra patética de contra-democracia patria. Pero vaya, el fuego es mucho más sexy que la ley. No en vano cantaba Javier Krahe aquello de "pero dejadme, ay, que yo prefiera... la hoguera, la hoguera, ¡la hoguera!".
imagen "democracia" de lucy pepper
imagen "hielo-fuego" de mcclave
imagen de Ahmad Batebi