Elisa Robles, para bongobundos.blogs.com :
"Decidir si la civilación neolítica de Malta fue más o menos avanzada que sus contemporáneas es todavía un reto para los expertos.
Las espirales perfectas, idénticas, talladas en los monolitos de los templos de Tarxien o de Hal Saflieni, indican una precisión escultórica muy superior a otras. Sin embargo, mientras la diversidad pictórica de otros lugares abarcaba desde escenas de caza a dibujos animales o representaciones humanas, en Malta repetían incansables, atrapados en algun círculo vicioso, monocromas espirales color ocre en templos y catacumbas.
No es la primera vez que pienso que vivimos trazando espirales. A menudo nuestros actos, nuestras decisiones, nuestros pensamientos y hasta nuestras casualidades dibujan amplios círculos que se estrechan paulatinamente llevándonos a un centro que no siempre habíamos planeado con anterioridad.
Desconozco si la conciencia neolítica era capaz de intuir todo esto. Pero puede que ellos, al igual que yo ahora, hayan sentido el resonante latido de la tierra en estas islas. Y es que en Malta la gravedad tiene un valor superior a cualquier otro punto del planeta (ignoro si existen estudios serios sobre este dato, pero es tan cierto como que estoy sentada en el bar 'London' de Sliema con la segunda cerveza).
La piedra aquí es más pesada, y el agua más densa, y tienes la sensación de que el corazón y las tripas se te aprietan buscando el centro. Así, a la cabeza no le queda más remedio que mirar adentro recorriendo una y otra vez todas las espirales de tu vida.
Y poco a poco los anillos dejan caer lo superfluo, lo vano, y sólo queda la esencia, lo realmente importante. Es por esto que la parte de Malta no puede ser contada como el resto del viaje, porque las excursiones, las anécdotas, los rincones se diluyen en dos semanas (muy duras) de revolver en las tripas buscando el centro.
Aún así no hay moraleja, no hay verdades universales que regalar al mundo, no hay elixir secreto de la felicidad. Tan solo algo que este viaje convierte en certeza; que nada es imposible, que la cobardía no tiene excusas, y que conformarse es convertir la vida en un círculo aburrido y anodino sin mucho sentido.
No sé por qué, pero creo que los neolíticos sabían la hostia."