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Margarito, Malta y el Halcón

A Modo de Epílogo (Notas al cuento On Postmodernism, publicado en The Bongobundos)

Costa_pirata

Margarito de Brindisi, un olvidado pirata genovés, se convirtió en Conde de la Isla de Malta por gracia del Papa Clemente III en el año 1.190, transformando el lugar en refugio de corsarios y haciéndose conocer y odiar por sus numerosas bravatas y excesos. A pesar de todo nunca conseguiría deshacerse de su ridículo nombre, lo cual constituyó sin duda la más grande tragedia personal de Margarito.

Existen diversas teorías que afirman que los nombres ejercen una influencia especial sobre el objeto nombrado, sea éste utensilio manufacturado, hallazgo, accidente geográfico, idea, esperanza o persona. En el caso de Margarito no cabe duda de que la Historia ha preferido olvidarlo, entre otros motivos, por lo grotesco que resulta un pirata feroz con un nombre tan floral. Tal vez el propio Margarito haya tratado de compensar con la piratería el peso de ese nombre injusto, desproporcionado, bufo, luchando así contra el destino que pretendieron fijarle en la cuna.

Sin embargo no trato de excusarlo. Maalouf escribe: "(...) pero la compasión se transforma a veces en complacencia. Aquellos que han sufrido la arrogancia del colonialismo, del racismo y de la xenofobia son perdonados por excesos que ellos mismos cometen por propia arrogancia nacionalista, por su racismo y xenofobia".

Efectivamente Margarito se torna pirata injusto, desproporcionado y bufo, convirtiéndose en el enemigo, en el destino mismo contra el que trataba de luchar. El visionario Nietzsche advirtió en su día que "luchando contra dragones debe cuidarse de no terminar convertido en dragón uno mismo". Tal vez Nietzsche escuchó siquiera casualmente el nombre del pirata, descubriendo en su germanismo natal similares o paralelos nexos jocosos.

Las islas maltesas que Margarito poseyó durante un tiempo son también muestra del efecto que produce un nombre sobre el objeto nombrado. Hace casi tres mil años, cuando los fenicios llegaron a Malta, es probable que las islas se conociesen con el nombre de Fggaar, sonido que posee ciertas cualidades relacionadas con el viento y que nos retrotrae a tiempos sangrientos, bárbaros, poco civilizados. Por motivos obvios (aunque incapaces de prever las consecuencias) los fenicios consideraron necesario rebautizar las islas y así las nombraron Malet, que significa Refugio.

De entre todas las posibles connotaciones de este nombre las islas no pudieron escoger; así se convirtieron en abrigo, protección, defensa, albergue, asilo; pero también en madriguera o guarida, escondite, retiro y hogar, agujero, presidio, recepto. El nombre, ambiguo, contradictorio, terminó por prostituir las islas que terminaron siendo refugio de cartagineses, romanos, bizantinos, árabes, cristianos, piratas, templarios, italianos, masones, napoleónicos, ingleses, independentistas, alemanes, globalizadores, granjeros, jipis...

Halcon_lanario

Un último ejemplo; Dashiell Hammett eligió el nombre de Halcón Maltés (basándose en los halcones peregrinos, famosos en la isla desde que los Caballeros de Malta los entrenasen) para urdir una historia, inventando una joya que los templarios habrían entregado a Carlos V en 1.530. Tal vez fuese tan solo casualidad que la novela se tornase guión y este película de éxito. Lo cierto es que a raíz del film se produjo en Malta una caza indiscriminada de halcones peregrinos que terminaron por desaparecer pocos años después; Dashiell Hammett escogió un nombre para una novela y, sin percatarse, inició la trama que asesinaría al objeto que había nombrado.

Los halcones peregrinos, la propia isla de Malta o Margarito de Brindisi; acosados todos ellos por un nombre que les fue impuesto o robado, hostigados por el aparente azar de las palabras, por un destino que germina a partir de signos, que se diluye en signos, que finaliza por ellos.

Aquellas teorías que afirman que los nombres ejercen una influencia especial sobre el objeto nombrado terminan por reconocer que el hombre es imprudente a la hora de nombrar, lo cual resulta evidente por lo prolijo de nuestra nominalización y por los frutos, cuando menos extravagantes, que produce.

chema nieto. Sliema, Malta, Febrero de 2005

foto de Zairus: (costa Tarragona) + foto de Marian (hera): (Halcón Lanario)

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