CAPITULO SEPTIMO: Historias de Ferrys
No hay ferrys hasta Malta desde aqui, pero si a Sicilia. De modo que al medio dia embarcamos la furgo hacia la isla que anoche velaba nuestros suenyos.
Apenas cincuenta minutos de viento azotandome la cara y estamos en Messina. Nos ponemos en direccion a Catania; el barco para Malta sale a las siete.
Los sicilianos no conducen mejor que los italianos, pero sus calles, sus pueblos, sus naranjos te cuentan historias. Y ellos, aunque no esten dispuestos a respetar tu preferencia en un cruce seguro que pararian su coche abollado en cualquier acera para recordar contigo aquel viejo cuento de mafiosos.
Llegamos a Catania. Creo que el cansancio de estos dias empieza a pesarnos y el caos, ya familiar, de esta nueva ciudad se nos hace cada vez mas duro.
Encontramos el puerto a duras penas. Alli una desagradable mujer nos informa sin demasiado interes del unico ferry que por un rinyon o dos nos llevaria a Malta. No desde Catania, claro; no en invierno. Desde Pozzalo unicamente.
En vano buscamos mas alternativas pero todo el mundo nos remite a la desagradable mujer del Virtu Ferrys.
Quemando las naves consultamos el mapa que nos dice que quiza en Siracusa... suena bien, vamos alla. La noche vuelve a caer. El agotamiento se nos pega a la piel como la sal se pega a los cristales de la furgo.
Llegamos a Siracusa. Callejeamos sin saber muy bien lo que buscamos; parar, parar, necesitamos parar. Un bar! Alli hay un bar; un cafe o una cerveza y tiempo para ordenar las ideas, las imagenes. Un sitio corriente donde podamos dejar de vivir tan intensamente por un rato, solo por un rato.
CAPITULO OCTAVO: Aretusa y Alfeo
Mientras Chema va al banyo los de la mesa de al lado me ayudan a pedir dos cervezas. Se trata de dos hombres y una mujer; ella rie sin parar agitando sus rizos rojos y adoptando un aire de confesion impudica en todo lo que dice. A su izquierda un hombre mayor de pelo encrespado y ojos saltones que se sonrie con cierta timidez y que tiene todo el aspecto de un profesor chiflado.
A su derecha lui, el que la hace reir, y el que me hace reir a mi tambien, escondida tras el diario sin querer entablar conversacion -que luego dice Chema que me lio con cualquiera!
Llega Chema y aunque se esconde tambien tras su diario, pronto los dos nos deslizamos por la risa contagiosa de ella con los inocentes chistes de el. Otra cerveza para nosotros, mas grappa para ellos.
- En un autobus en Espanya me echaron por entrar por la uscita.
- En una calle de Siracusa hay un retrato de un antepasado de Chema.
Los cinco, apretados en el coche del fisico loco, mecidos por la risa de la bruja, tentados por la emocion de lui hacia su ciudad empezamos la magica ruta -no turistica- de Siracusa.
Templos, ruinas, iglesias... Siracusa vencio a Cartago, pero fue vencida por Roma. Aretusa reposa en este estanque desde que el amor de Alfeo la forzo a tornarse agua para escapar. San Sebastian esta por todas partes -es el patron de los pescadores. Hace frio, volvamos al coche, volvamos al bar.
- Y ahora que somos amigos, es cierto que el rey de Espanya es un poco versatil? Y el Principe, conseguira tener un hijo o es un poco 'pulpo' (que es como se dice en Sicilia a los que son un poco 'pajaros') ?
Que no hay ferrys desde aqui... que mas da. Os hemos conocido, os hemos disfrutado, y manyana partiremos a Pozzalo esperando encontrar mas gente como vosotros.
CAPITULO NOVENO: Pozzalo
El camino a Pozzalo nos descubre la belleza mas radiante de la isla. Un sol tambien radiante nos acompanya. Bajo el, el verde se hace mas verde, el azul del mar adquiere los matices del topacio, los naranjos y los limoneros pugnan por invadir la carretera con sus frutos.
Las chumberas, con sus mejillas coloradas, nos saludan al pasar defendiendo su timidez tras las espinas. Las palmeras, hasta ahora ajadas por el frio, comienzan a bailar mecidas por el viento una danza hawaiana que nos da la bienvenida a Pozzalo.
La plaza nos espera rebosante de luz, como un espacio perfecto para reposar los ojos y las ideas. En la terraza del 'Molin Rouge' intentamos ordenar, a golpe de vermut, esta ultima etapa.
Hoy en Malta sigo intentandolo, de manera infructuosa a juzgar por el batiburrillo de frases e ideas inconclusas en que estoy convirtiendo este diario que hace ahora una semana empezaba en esa terraza.
Las ideas de Chema surgieron alli como una bola de fuego, caliente y perfecta, como una explosion de tripas en el papel que me estremecieron como una revelacion, como un milagro [ver paranoia del dia siete: Venecia-Sicilia]
Parece que esta vez soy yo la que necesito mas tiempo. Mas tiempo? No hay tiempo. Esa misma tarde, el mismo ferry, el temido Virtu Ferry, nos llevaria a Malta.
El precio sigue siendo rinyon y medio pero el rostro amable de la oficina, ese que nos pide palabras en espanyol para chatear con una brasilenya, el mismo que horas despues nos pediria los billetes que el mismo nos vendio, nos lo hace mas llevadero.
Los horarios siguen boicoteandonos a la hora de comer, pero Steve McQueen, mas metido que nunca en su papel del viejo y el mar, regatea con su hija para conseguirnos unos bocadillos en su bar sobre la playa mientras en la tele una peli antigua de toreros espanyoles le hace sonreir.
CONTINUARA...
Proximo Capitulo: Camino a la Valetta
(Animo, que ya son los ultimos de este culebron)