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7 entradas de febrero 2005

Margarito, Malta y el Halcón

A Modo de Epílogo (Notas al cuento On Postmodernism, publicado en The Bongobundos)

Costa_pirata

Margarito de Brindisi, un olvidado pirata genovés, se convirtió en Conde de la Isla de Malta por gracia del Papa Clemente III en el año 1.190, transformando el lugar en refugio de corsarios y haciéndose conocer y odiar por sus numerosas bravatas y excesos. A pesar de todo nunca conseguiría deshacerse de su ridículo nombre, lo cual constituyó sin duda la más grande tragedia personal de Margarito.

Existen diversas teorías que afirman que los nombres ejercen una influencia especial sobre el objeto nombrado, sea éste utensilio manufacturado, hallazgo, accidente geográfico, idea, esperanza o persona. En el caso de Margarito no cabe duda de que la Historia ha preferido olvidarlo, entre otros motivos, por lo grotesco que resulta un pirata feroz con un nombre tan floral. Tal vez el propio Margarito haya tratado de compensar con la piratería el peso de ese nombre injusto, desproporcionado, bufo, luchando así contra el destino que pretendieron fijarle en la cuna.

Sin embargo no trato de excusarlo. Maalouf escribe: "(...) pero la compasión se transforma a veces en complacencia. Aquellos que han sufrido la arrogancia del colonialismo, del racismo y de la xenofobia son perdonados por excesos que ellos mismos cometen por propia arrogancia nacionalista, por su racismo y xenofobia".

Efectivamente Margarito se torna pirata injusto, desproporcionado y bufo, convirtiéndose en el enemigo, en el destino mismo contra el que trataba de luchar. El visionario Nietzsche advirtió en su día que "luchando contra dragones debe cuidarse de no terminar convertido en dragón uno mismo". Tal vez Nietzsche escuchó siquiera casualmente el nombre del pirata, descubriendo en su germanismo natal similares o paralelos nexos jocosos.

Las islas maltesas que Margarito poseyó durante un tiempo son también muestra del efecto que produce un nombre sobre el objeto nombrado. Hace casi tres mil años, cuando los fenicios llegaron a Malta, es probable que las islas se conociesen con el nombre de Fggaar, sonido que posee ciertas cualidades relacionadas con el viento y que nos retrotrae a tiempos sangrientos, bárbaros, poco civilizados. Por motivos obvios (aunque incapaces de prever las consecuencias) los fenicios consideraron necesario rebautizar las islas y así las nombraron Malet, que significa Refugio.

De entre todas las posibles connotaciones de este nombre las islas no pudieron escoger; así se convirtieron en abrigo, protección, defensa, albergue, asilo; pero también en madriguera o guarida, escondite, retiro y hogar, agujero, presidio, recepto. El nombre, ambiguo, contradictorio, terminó por prostituir las islas que terminaron siendo refugio de cartagineses, romanos, bizantinos, árabes, cristianos, piratas, templarios, italianos, masones, napoleónicos, ingleses, independentistas, alemanes, globalizadores, granjeros, jipis...

Halcon_lanario

Un último ejemplo; Dashiell Hammett eligió el nombre de Halcón Maltés (basándose en los halcones peregrinos, famosos en la isla desde que los Caballeros de Malta los entrenasen) para urdir una historia, inventando una joya que los templarios habrían entregado a Carlos V en 1.530. Tal vez fuese tan solo casualidad que la novela se tornase guión y este película de éxito. Lo cierto es que a raíz del film se produjo en Malta una caza indiscriminada de halcones peregrinos que terminaron por desaparecer pocos años después; Dashiell Hammett escogió un nombre para una novela y, sin percatarse, inició la trama que asesinaría al objeto que había nombrado.

Los halcones peregrinos, la propia isla de Malta o Margarito de Brindisi; acosados todos ellos por un nombre que les fue impuesto o robado, hostigados por el aparente azar de las palabras, por un destino que germina a partir de signos, que se diluye en signos, que finaliza por ellos.

Aquellas teorías que afirman que los nombres ejercen una influencia especial sobre el objeto nombrado terminan por reconocer que el hombre es imprudente a la hora de nombrar, lo cual resulta evidente por lo prolijo de nuestra nominalización y por los frutos, cuando menos extravagantes, que produce.

chema nieto. Sliema, Malta, Febrero de 2005

foto de Zairus: (costa Tarragona) + foto de Marian (hera): (Halcón Lanario)


CAPITULO DECIMO: Camino a La Valetta

Llegamos al puerto y tras entregarle los papeles a nuestro ya amigo del Virtu Ferrys -que correteaba tras las azafatas-, un policia cachondo nos pregunta si realmente queremos declarar que llevamos una 'casa de putas' en la parte de atras de la furgo (pues eso significa en italiano 'camara di foti').

El viaje nos lo pasamos embobados con una peli en ingles que no nos dejaron terminar; por favor, si alguien conoce el final de 'el futuro esta cerca', la del hijo del bombero muerto que habla con el por radio, como acaba?

Agotados, hambrientos y desubicados, llegamos a La Valetta. Parece precioso, pero nosotros solo podemos pensar en llegar a un hotel donde descansar.

Descubrimos a tiempo y por casualidad que aqui conducen por la izquierda, aunque despues de Italia dar las rotondas al reves es un mal menor.

Nos desplomamos en el Castle Hotel, medio muertos. Dios, una banyera! Es tan grande que floto en ella! Comer? Manyana. Preguntar? Manyana. Dormir? Oh, si, dormir.

CAPITULO UNDECIMO: Informacion y Turismo

Nuestro primer vistazo real a la ciudad es una privilegiada panoramica desde el comedor del hotel, con un gran desayuno y un banyo de sol en la terraza. La fotosintesis es realmente necesaria.

La oficina de informacion y turismo esta en el corazon del carnaval. Los ninyos corren de aqui para alla intentando ver a la vez ese desfile, aquel baile. El barullo nos deja a duras penas entender a la chica que nos recomienda un apartamento en Sliema.

No tengo un recuerdo claro de como logramos llegar a la casa, atravesando el intrincado laberinto de callejuelas que es Malta, y que ni siquiera se corresponde con los mapas.

Pero llegamos, instalamos los bartulos, y desde entonces, hace ya cuatro dias, apenas hemos salido de la cama.

Y no solo por equilibrar el presupuesto tras la increible cena a base de langosta en el Barracuda, donde celebramos el cumple de Chema con vino blanco -un error, le sienta fatal-, y vistas al mar. Sino porque estabamos literalmente muertos.

CAPITULO DUODECIMO: La Prisa Mata

Tal vez ahora, despues del letargo y si el tiempo, que amenaza tormenta, lo permite, podamos empezar a disfrutar la isla, a dejarnos acariciar por el color arena de sus casas y sus iglesias; a perdernos para aparecer cada dia en uno de sus mil puertos, con sus barcas multicolor bailando con las olas.

Tal vez ahora que termina este parto sin epidural que ha sido este texto, pueda empezar a pensar y escribir con claridad. Tal vez uno de estos dias partamos hacia Gozo, y pueda contarlo con esa calma que tienen las islas y que yo espero disfrutar a partir de ahora.

Calma, calma, la prisa mata. Que razon tenian los vendedores de alfombras de Marruecos.

FIN (del culebron)


CAPITULO SEPTIMO: Historias de Ferrys

No hay ferrys hasta Malta desde aqui, pero si a Sicilia. De modo que al medio dia embarcamos la furgo hacia la isla que anoche velaba nuestros suenyos.

Apenas cincuenta minutos de viento azotandome la cara y estamos en Messina. Nos ponemos en direccion a Catania; el barco para Malta sale a las siete.

Los sicilianos no conducen mejor que los italianos, pero sus calles, sus pueblos, sus naranjos te cuentan historias. Y ellos, aunque no esten dispuestos a respetar tu preferencia en un cruce seguro que pararian su coche abollado en cualquier acera para recordar contigo aquel viejo cuento de mafiosos.

Llegamos a Catania. Creo que el cansancio de estos dias empieza a pesarnos y el caos, ya familiar, de esta nueva ciudad se nos hace cada vez mas duro.

Encontramos el puerto a duras penas. Alli una desagradable mujer nos informa sin demasiado interes del unico ferry que por un rinyon o dos nos llevaria a Malta. No desde Catania, claro; no en invierno. Desde Pozzalo unicamente.

En vano buscamos mas alternativas pero todo el mundo nos remite a la desagradable mujer del Virtu Ferrys.

Quemando las naves consultamos el mapa que nos dice que quiza en Siracusa... suena bien, vamos alla. La noche vuelve a caer. El agotamiento se nos pega a la piel como la sal se pega a los cristales de la furgo.

Llegamos a Siracusa. Callejeamos sin saber muy bien lo que buscamos; parar, parar, necesitamos parar. Un bar! Alli hay un bar; un cafe o una cerveza y tiempo para ordenar las ideas, las imagenes. Un sitio corriente donde podamos dejar de vivir tan intensamente por un rato, solo por un rato.

CAPITULO OCTAVO: Aretusa y Alfeo

Mientras Chema va al banyo los de la mesa de al lado me ayudan a pedir dos cervezas. Se trata de dos hombres y una mujer; ella rie sin parar agitando sus rizos rojos y adoptando un aire de confesion impudica en todo lo que dice. A su izquierda un hombre mayor de pelo encrespado y ojos saltones que se sonrie con cierta timidez y que tiene todo el aspecto de un profesor chiflado.

A su derecha lui, el que la hace reir, y el que me hace reir a mi tambien, escondida tras el diario sin querer entablar conversacion -que luego dice Chema que me lio con cualquiera!

Llega Chema y aunque se esconde tambien tras su diario, pronto los dos nos deslizamos por la risa contagiosa de ella con los inocentes chistes de el. Otra cerveza para nosotros, mas grappa para ellos.

- En un autobus en Espanya me echaron por entrar por la uscita.

- En una calle de Siracusa hay un retrato de un antepasado de Chema.

Los cinco, apretados en el coche del fisico loco, mecidos por la risa de la bruja, tentados por la emocion de lui hacia su ciudad empezamos la magica ruta -no turistica- de Siracusa.

Templos, ruinas, iglesias... Siracusa vencio a Cartago, pero fue vencida por Roma. Aretusa reposa en este estanque desde que el amor de Alfeo la forzo a tornarse agua para escapar. San Sebastian esta por todas partes -es el patron de los pescadores. Hace frio, volvamos al coche, volvamos al bar.

- Y ahora que somos amigos, es cierto que el rey de Espanya es un poco versatil? Y el Principe, conseguira tener un hijo o es un poco 'pulpo' (que es como se dice en Sicilia a los que son un poco 'pajaros') ?

Que no hay ferrys desde aqui... que mas da. Os hemos conocido, os hemos disfrutado, y manyana partiremos a Pozzalo esperando encontrar mas gente como vosotros.

CAPITULO NOVENO: Pozzalo

El camino a Pozzalo nos descubre la belleza mas radiante de la isla. Un sol tambien radiante nos acompanya. Bajo el, el verde se hace mas verde, el azul del mar adquiere los matices del topacio, los naranjos y los limoneros pugnan por invadir la carretera con sus frutos.

Las chumberas, con sus mejillas coloradas, nos saludan al pasar defendiendo su timidez tras las espinas. Las palmeras, hasta ahora ajadas por el frio, comienzan a bailar mecidas por el viento una danza hawaiana que nos da la bienvenida a Pozzalo.

La plaza nos espera rebosante de luz, como un espacio perfecto para reposar los ojos y las ideas. En la terraza del 'Molin Rouge' intentamos ordenar, a golpe de vermut, esta ultima etapa.

Hoy en Malta sigo intentandolo, de manera infructuosa a juzgar por el batiburrillo de frases e ideas inconclusas en que estoy convirtiendo este diario que hace ahora una semana empezaba en esa terraza.

Las ideas de Chema surgieron alli como una bola de fuego, caliente y perfecta, como una explosion de tripas en el papel que me estremecieron como una revelacion, como un milagro [ver paranoia del dia siete: Venecia-Sicilia]

Parece que esta vez soy yo la que necesito mas tiempo. Mas tiempo? No hay tiempo. Esa misma tarde, el mismo ferry, el temido Virtu Ferry, nos llevaria a Malta.

El precio sigue siendo rinyon y medio pero el rostro amable de la oficina, ese que nos pide palabras en espanyol para chatear con una brasilenya, el mismo que horas despues nos pediria los billetes que el mismo nos vendio, nos lo hace mas llevadero.

Los horarios siguen boicoteandonos a la hora de comer, pero Steve McQueen, mas metido que nunca en su papel del viejo y el mar, regatea con su hija para conseguirnos unos bocadillos en su bar sobre la playa mientras en la tele una peli antigua de toreros espanyoles le hace sonreir.

CONTINUARA...

Proximo Capitulo: Camino a la Valetta

(Animo, que ya son los ultimos de este culebron)


CAPITULO CUARTO: ss-16 Adriatica

Toda esa parte de Italia nos parecio muerta, victima de un turismo que cada anyo la viola dejandola luego desatendida y sucia. Los pocos habitantes que le quedan se escondian tras las ventanas asustados tras una ola de frio poco habitual.

Apenas uno o dos valientes se atrevian a apartar la nieve de la entrada de sus casas con la manya del que no la ha visto nunca. Y para nosotros encontrar un bar desde donde contemplar el agua gris oscura del Adriatico depositando en oleadas basura sobre la playa fue toda una odisea.

[desde Pozzalo, donde Elisa termina su primer diario:]

Aqui termina y empieza una historia que no tiene principio ni fin, una fabula que se continua en otro diario, en otro momento, en otro instante perfecto.

Porque cada instante es unico, cada hoy es un ayer y un manyana, cada despedida es un saludo. Porque la realidad se desvanece y este momento nunca sera ningun otro.

Porque cada segundo somos distintos del anterior, y ese cambiar, ese caer por la espiral de matices que es el tiempo nos hace sentir mas vivos.

El sol me calienta la espalda, y la brisa del mar me llega como una caricia. Tal vez muchas otras veces el sol me haya calentado la espalda y la brisa me haya acariciado la cara, pero os aseguro que esta vez es la unica.

[fin del primer diario; comienza el segundo]

CAPITULO QUINTO: Canales y Bosques

El gondolero silva melodias de gondolero mientras nos besamos. Venecia desde el corazon de sus canales parece aun mas hermosa. El gondolero nos alienta a besarnos de nuevo bajo el puente de Rialto, el puente de los enamorados, el mismo puente sobre el cual compramos este diario que ahora empiezo.

Quizas por eso vuelvo a Venecia, o quizas no. Tal vez vuelva porque quiero volver, porque aun no he hablado de la Iglesia de Santa Maria dei Miracoli, construida enteramente con los marmoles restantes de San Marcos, ni del Ghetto judio con su silencio magico y repentino entre el bullicio. No he hablado del gran canal, que expone a la ciudad al mar abierto y la hace parecer un naufrago.

El gondolero silva melodias de gondolero mientras nos besamos. De una u otra forma se que volvere a Venecia muchas otras veces.

El paisaje revive al llegar a Gargano. Es una pequenya peninsula que sobresale a la mitad de la bota, recogiendose luego en el golfo de Manfredonia, y que nosotros apenas llegamos bautizamos como el Yucatan italiano.

Bosques verde pino recubren las montanyas suavizando sus formas; ruinas de castillos y horreos de piedra brotan apenas encuentran superficie donde apoyarse. El mar, de un negro azulado, como un escarabajo brillando al sol, reviente en espuma blanca al topar con acantilados de roca tambien blanca.

El Adriatico por fin descubre sus encantos. Los bares y hoteles siguen huerfanos de vida pero ya no importa; la belleza del Parque Natural lo compensa.

Volvemos a descansar frente al mar que parece el unico dique capaz de parar el ritmo de la furgo. Despertamos con un amanecer temprano, quizas porque estamos cerca de Otranto que es el pueblo mas al este de Italia y por tanto el primero en ver el sol.

Su casco historico de callejuelas empinadas nos invita a pasear. Arriba, su castillo y sus murallas continuan mirando al mar, defendiendo la ciudad de un enemigo que hace siglos se olvido de ella. Seguimos adelante, economizando las paradas porque cada pueblo nos invita a entrar; mira aquel castillo, y ese acantilado, y aquel palacio arabe en mitad de un pueblo pesquero.

La noche vuelve a caer pero no consigue ocultar ni el cinturon de Orion ni aquel pueblo imposible colgado de una montanya llamado Castaglione.

CAPITULO SEXTO: Castaglione

Llegar a Castaglione es lo mas parecido a montar en teleferico. Las casas estan tan inclinadas que los vasos solo se puede llenar hasta la mitad. Asi que, cuando casi en la cima, una pareja de estupefactos carabinieri se ofrecieron a mostrarnos el camino de vuelta, no pudimos mas que estarles agradecidos.

Nos acompnyaron durante veinte kilometros de montanya rusa, y tan sorprendidos estaban que solo al final, en la entrada de la autovia a Crotone, recuperaron los reflejos suficientes para hacernos algunas preguntas y revisar la furgo, no fuera que estuvieran escoltando a dos traficantes.

Dormimos en carretera y al despertar seguimos ruta hacia Reggio de Calabria. Llegamos ya entrada la noche.

Aqui hay que aclarar que si los italianos en general son unos locos del volante, los calabreses se llevan la palma. Sacan el permiso de conducir en los coches de choque de las ferias, de eso no me cabe ninguna duda. Duplicar los limites de velocidad es una norma; los ceda el paso son para el ultimo en meter el morro; para adelantar lo mejor es una doble raya continua sin visivilidad; y los semaforos son unas lucecitas que el ayuntamiento pone para dar color a la ciudad.

Asi que atravesamos las calles lo mas rapido que pudimos, saltandonos los limites de velocidad y metiendo el morro los primeros, y fuimos a refugiarnos al puerto para pasar la noche.

Las luces de una ciudad que brilla en frente nuestro nos despierta preguntas geograficas; "que diablos hay frente a Calabria, mas alla del mar? Sicilia! Es Sicilia la que resplandece sobre el agua!".

CONTINUARA...

Proximo Capitulo: Historias de Ferrys


"Flores en el Viento"

Prologo: que conste que por mi parte (habla Elisa) hubiera preferido no haceros pasar por el duro trago de tener que leer el culebron que sigue a continuacion. Pero como estamos ociosos y vosotros sois tan inocentes de seguir pidiendo mas, ahi va. Sentaros encima de un cojin blando y animo.

Prologo dos: tan solo recomendaros (habla Chema) que leais esta entrega por capitulos del diario de Elisa poco a poco. Entiendo que el texto que colgamos el dia 7 es infumable, asi que, para compensar, aqui teneis, desarrollado con mimo y detalle, la explicacion de lo que realmente ocurrio sin mis divagaciones y paranoias. Animo.

CAPITULO PRIMERO: Venecia, Primer Contacto

Abro los ojos a un amanecer ceniciento en una parada de carretera camino a Ravena. Los cierro de nuevo y tras mis parpados comienzan a formarse imagenes caleidoscopicas de Venecia.

Me resulta dificil ordenar sus calles, sus colores, las fachadas amarillas y magentas con ventanas de arcos ojivales que observan incansables el paso del agua turbia. El laberinto bullicioso de pasadizos perlados de tiendas de mascaras, de trattorias de tentadores aromas, de cristal de Murano soplado en formas caprichosas, hace que perderse sea un placer.

Puentes diminutos y perfectos te invitan a abandonar la mirada en el paseo clasico-exotico de las gondolas que hipnotizan turistas. Entre tanto, bajo el puente de Rialto, atestado de ojos devoradores de belleza, las vaporettas siguen su ruta menos bucolica y mas practica de los que han cambiado el asfalto por el agua.

El tiempo parece detenerse en Venecia, y todas las tradiciones asesinadas a golpe de tubo de escape, perduran aqui. Como esa pequenya libreria donde tratan el cuero ellos mismos para hacer los diarios de viaje del 1.300.

La Piazza de San Marcos se abre orgullosa sabiendose monumental hasta las alcantarillas. La basilica tiene en cada uno de sus cinco porticos mil tipos de marmol diferente, marco perfecto para los mosaicos imponentes que los adornan. A su alrededor museos de fachadas que no ocultan la importancia de lo que contienen. En el lado norte hermosos edificios con arcos delicados y suntuosos cobijan cafes selectos, donde sentarse a contemplar la plaza es un regalo.

Y al fin la Piazzeta, donde puedes descansar la mirada sobre el agua y las gondolas mientras te custodian la espalda los simbolos de la ciudad; encaramados en dos gigantescas columnas de granito el Leon de San Marcos y San Teodoro te cubren la retaguardia.

Y asi puedes volverte a perder por los canales diminutos, por las calles cortadas, y descubrir esa virgen tallada en piedra o aquel arco que parecia sujetar una casa, o aquella puerta con columna de capiteles delicados que daba entrada a una zapateria, y aceptar que el arte en Venecia no coge en ninguna guia y que no puede nombrarse ni enumerarse, tan solo recordarse.

CAPITULO SEGUNDO: Viviendo de Prestado

Es extranya la sensacion de que esta ultima parte de nuestro viaje la estamos viviendo casi de prestado. Quizas sea por el ritmo trepidante de estos dias en que coleccionamos fronteras a paso casi de turista; de la nieve de Eslovaquia a la riqueza de Austria; de perdernos en las cuevas de Postojna, donde las estalactitas crecen a una velocidad de un milimetro cada diez anyos, a meternos en el trafico caotico de Italia; de las montanyas a los canales de Venecia en solo una semana.

O quizas sea ese goteo intermitente en las tripas, ese empezar a saber que el regreso esta cerca. Se trata de ese saber que nuestras vidas volveran a ser normales, y que hay que exprimir ahora esta experiencia para conservarla.

Porque tendemos a pensar que nuestras vidas son normales, casi simples. Hacemos lo que debemos, pasamos mucho tiempo en el mismo sitio, pero, y esta es solo una idea loca que acabo de tener, que pasaria si consiguiera llevarme esta mirada, esta que tengo ahora cuando descubro un sitio cada dia?

Puede que entonces descubra que el puerto de Gijon es tan hermoso como el de La Rochelle a la luz del sol, que el parque de San Francisco no es menos magico que aquel de Paris o que el Sella, cuando se despereza en primavera estrenando color no tiene nada que envidiarle al Ljubljana color esmeralda; que las noches de tertulia con Tomek y Areta son tan especiales como las que pasare en casa con mis amigos.

Tal vez sin mantengo esta ilusion, si no dejo que el olvido entierre al dios de las pequenyas cosas que ahora me acompanya, mi vida nunca vuelva a ser 'normal'.

CAPITULO TRES: Desubicados

Cuando Ana nos visito en Cracovia hablamos de la desubicacion, de esa sensacion de despertar en otro pais en un abrir y cerrar de ojos. Los viajes en avion son muy rapidos y ella, que en una semana iba a estar en tres continentes diferentes, comentaba que en ocasiones le costaba saber donde estaba al despertar.

Nunca pense que esa sensacion se pudiese dar en nuestro viaje. El caso es que de una semana para aca apenas nos hemos bajado de la furgo para ir al banyo.

De Venecia a Ferrara, donde disfrutamos del ultimo hotel entre las callejuelas de una ciudadela medieval que parecen un Guetto judio por entero. De nuevo a Venecia, pues empezaba el carnaval, y tras perdernos todo el dia tras la pista de una fabula de Corto Maltes en la que el Palazzo del Cammello guardaba un vinculo de misterio con la Madonna dell'Orto, pasamos la noche persiguiendo a una comparsa de sambistas suizos que eran lo mas animado de la fiesta -inexistente por otro lado- de la mascarada veneciana.

Inexplicablemente acabamos en una iglesia diminuta que, en la fiesta mas profana del anyo, nos invitaba a dejarle un mensaje a Jesus, o puede que a nosotros mismos, obligandonos a hacer balance de lo vivido en este tiempo.

Pero la furgo nos esperaba, ansiosa ya, en el inmenso parking donde se quedan los coches, castigados, a la entrada de Venecia. Y cuando la cogimos por fin ya no quiso parar hasta bien entrado el dia siguiente, cuando frente a la costa cercana a Pescara, cercados de nuevo por la nieve que amenazaba invadir incluso la playa, le suplicamos que nos dejara descansar.

CONTINUARA...

Proximo Capitulo: ss-16 Adriatica.


Venecia-Sicilia

Lo primero deciros que aunque seguimos buscando no damos con un ciber desde donde poder colgar las fotos (chulisimas) que tenemos, ni el mapa con la linea roja corriendo a todo lo que da. Paciencia.

Que sepais que acabamos de llegar a Malta!! Nos quedaremos una semanina cerca de La Valetta para despues corretear por la isla y finalmente cruzar el charquin que nos separa de Gozo. O eso pretendemos al menos.

Y para que no os aburrais en exceso incluimos aqui estas 'notas de viaje', un tanto desordenadas, pero literales, del diario de Chema.

"(...) En un cuchillo la memoria del hierro se remonta a un tiempo mas vasto que la edad de su forja; el acero vibra con la vibracion de otros aceros. Los cuchillos intercambian sus cantos y asi este filo se hace duro, flexible, sabio, solemne, y su corte aunque sea el primero es mas antiguo que la mano que lo piensa esclavo.

...........

El ferry a Messina es un descanso tras la locura de Regio de Calabria, con su trafico romano que inventa carriles igual que inventa codigos inverosimiles de circulacion; no es casual que todos los vehiculos presenten muescas de mayor o menor importancia recordando aquel cruce, un aparcamiento, aquella rotonda.

En Sicilia no conducen mejor.

Catania, Siracusa; atardece y la luz del sol se despide de los campos verdemar, de las costas magicas del este salpicadas de islotes diminutos poblados ora por una palmera, ora por una casa solitaria y orgullosa, ora por hierba tozuda que crece entre la piedra oscura y porosa que se viste de fuego en esta hora.

Y ahora un extranyo trio en una terraza de barrio; se rien imaginando quienes somos. Mencionan a Lorca, surge Andalucia, un equivoco, la risa, nos invitan a una segunda ronda y sin saber como nos montamos los cinco en un coche abarrotado de bolsas y periodicos y aparecemos en Origia, la ciudad vieja de Siracusa; nuestros guias son Etore, Franco y 'Patela'.

El primero es jefe de estudios en un instituto, profesor de leyes. En cada uno de sus gestos, en la postura de las piernas cruzadas, en la forma de coger el cigarrillo, en el hablar o en el caminar descubro un doble inequivoco de Pepe Vera.

Franco, con su rala cabellera gris y su aspecto cansado, ensenya matematicas y fisica, y con el surgen Pitagoras y Feynman y Arquimedes -y en la plaza de Arquimedes una fuente representando el mito de Aretusa y Alfeo; la ciencia y la fabula en bellisimo abrazo.

'Patela, la "pata", de quien no recuerdo mas que este mote que nace a orillas de otra fuente de agua dulce donde crecen plantas de papiro y languidos anades; alguien la llamo una vez "bruja", carinyosamente. Ella ensenya informatica y su risa es brillante y contagiosa.

Las fuentes, la muralla, el templo de Apolo; griegos, cartagineses y romanos, el siglo XV y los espanyoles (a quienes los sicilianos dominaron un dia, sin duda); la catedral, antiguo templo de Atenea, el balcon de Santa Lucia donde las monjas de clausura se asoman una sola vez al anyo, en el dia de la patrona, para ver la ciudad y la gente y la vida. Paseo nocturno por las callejas de Siracusa con espontaneos guias de excepcion.

Ultima ronda, charla de patio; San Sebastian parece 'pajaro'; el Principe no tiene carusso, y las princesas? la reina?; el carabinieri escoge al perro entre todas las ovejas; cien palabras para decir 'cazzo', entre ellas "quiebra-patos"; camarada no es camarati, es companyero; el centro en politica es comodo y cobarde.

La vida en Sicilia es cualquier cosa menos cobarde, y solo llega a ser comoda si te empenyas en no vivirla.

...............

El silbo y el "! Vohoi !" de los gondoleros imprimen ritmo a la ciudad de Venecia; sus callejuelas, sus 'campos' (las plazas) y los canales personalidad. El Ponte dei Suspiri la acusa mientras el Ghetto la perdona; cada fuente canta una fabula difusa, el Palazzo del Cammello una historia por contar, Santa Maria dei Miracoli canta, solo canta; su marmol reflejado en el agua turbia del canal; su voz queda, traducida en un violin escondido en la tienda de musica frente a la entrada.

El carnaval es una excusa para embellecer escaparates con mil mascaras bellisimas de Arlequines, Colombinas, Pantalones... sobre mi rostro contra el cristal aparece un antifaz blanco, cuarteado, con notas musicales rodeando los ojos y una nariz ganchuda, interminable, desafiante.

Al caer la noche los sambistas suizos imponen la musica y la ruta, alrededor de San Marcos; los seguimos igual que aquellos ratones siguieron una vez al flautista.

Y al final la algarabia se torna en adoracion nocutrna en la Iglesia de San Bartolome, junto al Puente de Rialto; reposo merecido y dios, o algun otro, que sonrie comprensivo.

..........

Solo existe un momento y es este, ahora. Vagueando al sol de Pozzalo, de noche en Siracusa, conduciendo por Calabria, durmiendo en San Catalvo; recuerdo aquel que fui y lo que hice mas yo solo soy yo ahora, y puedo disfrutar ahora, lamentarme ahora, llorar o gozar ahora. Despues sera otro el que me recuerde, valiente o gallina, triste o inquieto, cretino, voyeur, marchito; no, no sere yo, sera otro quien me recuerde.

Que puedo contarle a ese otro? Que mensaje deseo que encuentre en su memoria? Que hay que yo haya aprendido que pueda mostrarle a ese otro de quien tan solo intuyo el rostro y un discreto elevar los hombros cuando camina y piensa?

Quien soy, quien sere para ese otro? Me olvidara? Borrara este instante o me guardara en un rincon cuidado del jardin de su memoria? Puedo acaso escoger quien sere para ese otro? Un loco? Un simple? Una debilidad o un ancla?

Comienzo a sentir su mirada; el otro ya llega, viene. Me voy. No se que ni quien he sido; mi memoria me huye para hacerse memoria de otro. Mas aun soy; veo palmeras, cogli ultimi palpiti dei petti eroici; el sol y las palmeras y el olor a mar y un cascabel y aquel silbido...

............

La nieve al norte de Pescara, los bosques de Gargano con su costa rota, San Catalvo, Otranto; el golfo de Taranto con sus aguas de repente azul, Castigliano y el Castello y las cuestas y dos carabinieri para huir; Catanzone y las islas, verde, sol, Calabria; los romanos y el puerto, embarco, Messina, Catania; chumberas, naranjos, mas verde, Siracusa; profesores, Apolo, una ninfa y su fuente, Santa Lucia; calor, Pozzalo, segundo Martini, Molin Rouge. "